Fueron a realizar un trabajo junto a otros trabajadores a La Rioja y sabían que cuando regresaran tenían que hacer cuarentena. Habían planeado cumplirla en una vivienda de Carlos Paz, pero el COE los obligó a hacerla en un hotel de Cruz del Eje, donde la pasaron muy mal por las condiciones en la que estaba el lugar.

Matías Lembo, propietario de la empresa local “Matafuegos Lembo”, viajó a la provincia de La Rioja para hacer un trabajo, se informaron sobre los procedimientos que se requieren para circular y decidieron junto a los trabajadores que lo acompañaron, que cuando regresarían harían la cuarentena correspondiente en una casa ubicada en Carlos Paz.

Lo cierto es que según contó Lembo, al ingresar a la provincia de Córdoba, en la localidad de Serrezuela, personal del puesto policial que se encuentra en el acceso, les informó que debían hacer el aislamiento en un hotel de Cruz del Eje o se volvían a La Rioja.

Les hicieron un test rápido que les dio negativo y luego de eso, los escoltó un patrullero al hotel que les asignaron. Señaló que todo estaba en malas condiciones y “no cumplía con ningún protocolo de sanidad”.

“La habitación estaba sucia, los colchones y las almohadas también, las sabanas rotas. Pedí hablar con el dueño del hotel, pero me comunicaron con el abogado del lugar y me dijo que me quedará tranquilo, porque iban a meterme preso bajo el artículo 205”, relató. Y agregó: “La pasamos muy mal, con frió, contracturados por las condiciones, comíamos en la cama, no podíamos limpiar nada, porque no teníamos ni una escoba y nadie puede ingresar a limpiar”.

Tras no recibir respuesta, comenzaron a  publicar lo que les pasaba por las redes sociales, y según dijo, los llamaron del COE para cambiarlos de hotel. Luego de 5 días, lograron que los escuchen y hoy pasan la cuarentena en el Howard Johnson de Córdoba capital.

Por otra parte, cuando se retiraron del hotel de Cruz del Eje, quedaron perplejos ya que una persona quiso hacerles pagar por las sabanas, colchones y almohadas que estaban rotas, acusándolos que ellos lo habían hecho.

Resaltó que se sintieron “abandonados”, ya que los números de teléfonos de las personas del COE Regional que les dejaron para que se contacten por cualquier eventualidad, no les contestaron nunca, incluida la directora Sonia Nieva.