Matías Oviedo es padre de cuatro chicos. Vive en la esquina de Los Gigantes y José Ingenieros que el miércoles sufrió el embate de un torrente de agua que llegó desde otras propiedades y derribó dos tapias, rompió un auto y se metió a la casa de Matías provocando daños casi totales a sus pertenencias.
“Perdí todo”, dice y asegura que hasta este viernes a la tarde no había ido ningún funcionario ni empleado del municipio a constatar lo que le sucedió.
“El agua viene de barrio Altos San Pedro, baja por Cárcano hasta el Hospital y entra por el costado de un edificio (Noviembre), se mete por un canal que hizo el constructor y desemboca en terrenos privados”, contó una vecina del lugar que también sufrió las consecuencias de la tormenta.
Según cuentan los vecinos de barrio Miguel Muñoz, en el sector había un canal que fue anulado luego de la construcción del edificio.
Matías contó que cuando llegó el agua, se cortó la luz y pidió a los bomberos que anularan la electricidad en el pilar de EPEC. “Me dijeron que ya venían y no volvieron más. Llamamos a la Municipalidad un montón de veces y no vino nadie”; aseguró. Su familia fue la más perjudicada por la tormenta y todavía este viernes seguían sacando barro del interior de la casa. “Pude salvar la heladera porque la levanté”, afirmó.
Dos días después de la tormenta, la familia y los vecinos de Matías le llevaron colchones, camas y ropa para sus cuatro hijos que se quedaron sin nada.
Los vecinos esperan respuestas del municipio y este viernes, la presencia de concejales para que conozcan lo que está sucediendo. “Pasó siempre pero ahora fue mucho más grave”, afirmó una vecina que acotó que el hecho de que se haya anulado el canal los perjudicó.