En la tarde del lunes 18 de septiembre, el cura párroco de la iglesia del Niño Dios se dio con la novedad que un grupo de vándalos habían ingresado a la iglesia y se revuelto todo el lugar.
Según señalaron fuentes internas de la iglesia, los vándalos se habrían llevado objetos de valor, cajas con vino de misa, biblias y hostias, además de provocar grandes destrozos en la sacristía.
Los malvivientes ingresaron forzando una reja del lugar y destrozaron todo a su paso, incluyendo algunos símbolos religiosos como cruces y rosarios.