Era madre de una nena de tres años y trabajaba como manicurista. Vivía en La Loma, en la zona norte de la ciudad de San Nicolas.

Florencia Comas, de 27 años, tenía una hija de tres años junto a su pareja, Braian Acuña (30), quien también es hipoacúsico. La joven madre vivía con su familia en La Loma, en la zona norte de San Nicolás.

Según informa TN, el femicidio de Florencia devastó a su familia y a toda la comunidad. Después de ser intensamente buscada por 24 horas, un trabajador encontró su cuerpo envuelto en una sábana fucsia. Estaba maniatado y tenía signos de asfixia mecánica.

Quién era Florencia Comas

La víctima era hipoacúsica, usaba audífonos y se comunicaba a través de señas, según informó el diario El Norte. Asistía a la Fundación Ser, dedicada a personas sordas e hipoacúsicas, y soñaba con enseñar lengua de señas argentina (LSA) allí. Además, Comas tenía una cuenta de TikTok (@florenciacomas7) donde compartía videos de LSA y traducía canciones a la lengua de señas.

La directora de la fundación, Edith Rivero, dijo en diálogo con el diario local que Comas era “una chica alegre”. “Ella no asistía de forma permanente a la Fundación, pero era parte, estuvo hace poco en el último festejo que hicimos y era así, alegre, divertida. Le gustaba trabajar con las uñas, hacer manicura”, relató y agregó que estudió para hacer soft gel.

Su familia le dio el último adiós en el cementerio local este sábado a las 11:00. Ahora, sus padres tratan de recabar información entre los amigos y conocidos para encontrar al culpable.

Cómo fueron las últimas horas de Florencia Comas

Conforme avanzan las horas, la policía analiza el material de las cámaras de seguridad municipales para reconstruir los últimos pasos de Florencia Comas. La principal incógnita es con quién se comunicó la víctima antes de desaparecer. La periodista local Silvia D’Angelo explicó al aire de TN que es crucial encontrar el celular de Comas para poder determinar qué es lo que ocurrió.

D’Angelo reiteró que en las últimas horas de vida de la joven, se pudo conocer que llevó a su nena de tres años al jardín de infantes y luego tomó el colectivo de la línea 504 junto con otra representante. La testigo aseguró haberse bajado del vehículo y que la víctima continuó el trayecto en uno de los últimos asientos.

“Lo último que se sabe de ella es que abordó ese colectivo. Una mamá de una compañera de su hija fue quien la vio sentada en el último asiento y esto es coincidente con el último registro que hay de comunicación de su teléfono, que fue a las 8:38 de la mañana de ese día (jueves) y después dio apagado y no pudieron comunicarse más”, explicó la periodista.

Florencia, según contó su madre al diario El Norte, vendía unas tacitas y ese último mensaje que envió estaba dirigido a un familiar para pedirle el precio de estos utensilios. “Por eso, se supone que pudo haberse ido a encontrarse con alguien vinculado o no a esa venta, pero que podría indicar el camino que siguió, porque no hay indicios de lo que pudo haber pasado”, señaló D’Angelo.

La periodista remarcó que el celular “es una pieza fundamental” para saber si habló o se encontró con alguien más. “Todo podría estar ahí, y ese teléfono, hasta este momento, no fue hallado”. Además, no hay denuncias de violencia de género registradas por Comas, ni ningún antecedente o sospechoso que se pueda vincular con el crimen. “La mamá pide encarecidamente a sus amigos, a personas que puedan tener algún dato de si ella pudo haberse citado con alguien”, agregó.

 

 

 

 

Fuente y foto: TN