“Hoy anuncio que Estados Unidos apuntará a la principal arteria de la economía de Rusia. Vamos a prohibir todas las importaciones de petróleo, gas y energía rusas”, dijo Biden en la Casa Blanca.
“Eso significa que el petróleo ruso ya no será aceptado en puertos estadounidenses y que el pueblo estadounidense dará otro poderoso golpe a la maquinaria de guerra de Putin”, agregó Biden, en referencia al presidente ruso, Vladimir Putin.
En respuesta a estas sanciones, el presidente ruso ordenó restringir o prohibir durante todo 2022 la importación y exportación de productos y materias primas rusas que figurarán en un listado a definir por el Gobierno.
El Kremlin se reserva, además, la decisión de definir los bienes, cuya exportación e importación estarán restringidas, así como los estados que serán cubiertos por estas decisiones.
Desde Londres, el Gobierno del Reino Unido anunció que cesará de importar petróleo y derivados petrolíferos rusos a fines de 2022.
“Esta transición dará al mercado, a las empresas y a las cadenas de suministro tiempo más que suficiente para sustituir las importaciones rusas, que representan el 8% de la demanda del Reino Unido”, tuiteó el ministro de Empresas y Enegía británico, Kwasi Kwarteng.