Unos meses antes de ser designado Papa, Jorge Bergoglio estuvo en San Antonio de Arredondo en su calidad de autoridad máxima de la Iglesia de la Argentina.

Fue en 2012, seis meses antes de ser elegido como Santo Padre, y vino a participar del  38º Encuentro Nacional de Santuarios, que se realizó en la Residencia Franciscana de  San Antonio de Arredondo.

Carlos Paz Vivo! lo reflejó en los días posteriores a su entronización como jefe de la Iglesia del mundo.

Junto a unas 100 personas, Bergoglio compartió con él tres jornadas completas, que incluyeron, además de misas y exposiciones, desayunos, almuerzos y hasta la rueda de mate.

Bergoglio participó de esa reunión en su calidad de Delegado Episcopal para la Pastoral de los Santuarios, una de las comisiones de la Conferencia Episcopal Argentina. Y lo hizo, según confirmaron fuentes de la Residencia Franciscana, sin ningún tipo de privilegio en el alojamiento ni en la comida, “como si fuera uno más”.

Una de ellas tiene que ver con el medio de transporte que eligió, no ya para trasladarse desde su departamento a la Catedral porteña, en Plaza de Mayo, sino desde Buenos Aires a la localidad de San Antonio de Arredondo.

En aquel momento, en diálogo con La Voz, Gustavo Loza, el vocero del entonces arzobispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, dijo que a mediados de septiembre del año pasado, recibió un llamado telefónico del secretario de prensa de Bergoglio, Federico Wals. Éste le preguntó qué línea de colectivo debía tomar el cardenal porteño para trasladarse desde la Terminal de Ómnibus de Córdoba hasta San Antonio de Arredondo o hasta Villa Carlos Paz. Loza inmediatamente se ofreció para llevar en su auto al Primado de la Iglesia argentina, pero el colaborador de quien ahora preside la Iglesia Católica Universal le respondió: “No, gracias. El cardenal no quiere molestar a nadie”.

“Yo insistí en llevarlo en mi auto –relató ayer el vocero de Ñáñez–, pero no hubo caso. El hombre se vino en colectivo”.

Lo mismo había hecho en 2010, con un viaje un poco más largo, para participar del Encuentro Nacional de Sacerdotes que se llevó a cabo en Villa Cura Brochero.

Carlos Paz Vivo reflejó en una nota testimonios de laicos que compartieron las jornadas del 26, 27 y 28 de septiembre de 2012 con Bergoglio.

Mónica, una joven correntina que participó de ese encuentro, mostró en su cuenta de Facebook las fotografías que consiguió entonces del ahora papa Francisco, mientras celebraba misa o disertaba en la casa de retiros de San Antonio de Arredondo.

Emocionada, la joven correntina declaró que “el Santo Padre –en realidad todavía no lo era– compartió todos los momentos con quienes participamos de ese encuentro; estuvo desde el primer día, desde que llegamos a la residencia, él nos recibió y también nosotros lo recibimos”.

Mónica dijo que Bergoglio brindó “una charla sobre el tema del encuentro, la piedad popular como espacio de encuentro con Jesucristo, y también celebró una misa”.

Aseguró que se mostró siempre como “una persona muy amable, cercana a la gente”, y dio por cierta “la humildad de la que hablan”. “Es muy sonriente”, señaló.

Mónica sostuvo que a Bergoglio se lo veía por los pasillos de la residencia franciscana en todo momento. “Compartía los desayunos, los almuerzos, los momentos de reflexión. Era uno más con todos los que estábamos allí”.

Al testimonio de la joven correntina se sumó ayer, también por la red social Facebook, el de José Ponce, empleado de la casa de ejercicios espirituales donde estuvo Bergoglio en su último paso por Córdoba. “Sí, es así –escribió Ponce para suscribir a la descripción de Bergoglio que hizo la joven correntina–, es muy buena persona”.