Muchos la conocen o la recuerdan del programa de Marcelo Tinelli, Bailando por un sueño. Allí, en el 2010, bailó junto a Hernán Doval. Hoy, aunque de aquellos tiempos le quedó el personaje de la chica sexy y naif que hacía rimas y versos con todo lo que se le cruzaba, Belén Francese, vedette y actriz argentina de 34 años, se aparta de esa construcción mediática para conversar sobre su carrera artística y la temporada teatral 2019, unas horas antes de que comience el espectáculo que vino a hacer a Villa Carlos Paz, Albertito Súper Humor. El show de variedades en el que participa junto a Álvaro Navia, Andrés Teruel y Gladys Florimonti, en el Teatro Holiday, de miércoles a domingos, a las 22 hs.
Su primer trabajo en el teatro fue con Jorge Guinzburg y Miguel Ángel Cherutti en esta ciudad, por eso, regresar a Villa Carlos Paz es para ella un placer, un lugar que significó el inicio de su carrera como artista.
Popularmente te conocen por haber aparecido en el programa de Tinelli, ¿de qué manera influyó esa participación en tu carrera?
-Bueno, yo hice mucho teatro antes también. Lo que pasa que la tele es muy poderosa y masiva.
¿Cómo fueron tus comienzos? Hablame de ese teatro que hiciste previamente.
-Empecé con grandes como Guinzburg y Cherutti, y por suerte siempre trabajé en teatro con los mejores artistas, tuve esa dicha. Después hice muchas temporadas de teatro en Mar del Plata, en San Rafael, Mendoza, así que hacía mucho que no venía a Carlos Paz. Estoy muy feliz porque aquí fueron mis comienzos.
¿Cómo eran tus participaciones?
-En principios hacía una especie de destaques en teatro de revista, hasta que me vio Gerardo Sofovich y me llevó a la comedia. Luego, una periodista de Paparazzi, Cora de Barbieri, me vio acá en Carlos Paz y me llevó a hacer publicidad gráfica. Después me convocó la producción de Tinelli para participar de unos desfiles que hacían y de ahí no paré de trabajar.
¿Dónde te formaste artísticamente?
-Me formé como actriz, lo mío es el humor, la comedia. Siempre me perfeccioné en eso, porque es lo que más hice. Al trabajar con grandes del humor, es lo que más adquirí. Estuve con Moria Casán, Carmen Barbieri, y otros, sigo aprendiendo. Además es el terreno en el que más me hallo, como comediante.
-¿Renegás de haber sido una chica sexy en tus comienzos?
-No, para nada. Tengo varias belenes (ríe) y trato de brindarlas, porque hay distintos tipos de público y me debo a la gente. Cierto público me pide cosas que yo brindé en su momento.
-¿Sentís que fuiste encasillada con el personaje de la ingenua? Recuerdo también el de la poetisa, que incluso recuperás para Albertito Súper Humor.
-Es un personaje que creé yo, la gente lo aceptó súper bien. Vendí los dos libros que hice, me fue bárbaro. No reniego de eso tampoco, de hecho, no quería que falte esta temporada en Carlos Paz. Es un personaje popular y que yo adoro hacer.
¿Los poemas del libro son del personaje, o escribe Belén?
-Son cien por ciento del personaje. De hecho, como Belén Francese escribiría de otro modo. Son rimas desopilantes para divertirse, para que la gente se ría. Además estoy más allá de los encasillamientos, porque es un mundo artístico que encasilla, pero siempre trato de apostar a mis ideas y darle para adelante. Soy multifacética, así como hice dos libros, vengo de hacer en Buenos Aires, una comedia, El hombre ideal, donde actué de hombre. Soy muy versátil.
He sufrido abuso de poder. Pasa en todos los ámbitos, no sólo en el nuestro. Puede que en el nuestro se vea más porque las mujeres estamos más expuestas. Creo en la revolución de las mujeres, creo en estos cambios.
Contame sobre tu interpretación masculina.
– Fue maravilloso porque hice la parodia de un hombre. En esta comedia hay tres actrices más. La historia se basa en la construcción de ese hombre ideal que las mujeres de la historia quieren, hecho por mí, muy divertido. En la obra voy representando a ese hombre, se ve incluso lo peor de los hombres. El público masculino lo tomó bien, se mataban de risa. Todo muy buenas críticas, porque hablamos del típico machista. Queríamos, en los tiempos que vivimos, pegarles a un poco a ellos, que vienen portándose tan mal con nosotras.
En relación al machismo, ¿cómo lo viviste y vivís vos como actriz?
-He sufrido abuso de poder. Pasa en todos los ámbitos, no sólo en el nuestro. Puede que en el nuestro se vea más porque las mujeres estamos más expuestas. Creo en la revolución de las mujeres, creo en estos cambios. No me gustaría para el futuro de mis sobrinas y de otras chicas, que vivan ciertas cosas que yo tuve que vivir. Apuesto por eso, lucho por eso también.
¿Apoyás entonces al colectivo de actrices argentinas con el caso Thelma Fardín?
-Siempre que haya una causa noble para apoyar a una mujer, estoy cien por ciento de acuerdo. Si eso es genuino y es para ayudar. Lo que sí, yo no hubiese mediatizado tanto la causa. Está bien cuando no tenés otras armas, pero no siempre. De hecho, a mí, salvando las distancias, me pasó que tuve que mediatizar algo porque no sabía cómo defenderme, o la otra persona no entendía que un no, es no. Esto te lo digo porque de algo muy grave y muy delicado, se puede formar una carnicería, o puede perder el valor que realmente tiene. Ojalá salga la verdad a la luz, y se haga justicia.
-¿Cómo pensás la maternidad?
-Me encantaría ser mamá, pero antes tengo que formar una pareja.
-Hablemos de tu presente, ¿Cómo les está yendo en la temporada.
-Yo estoy feliz porque hago humor con grandes como Gladys Florimonti, Álvaro Navia y Andrés Teruel. Poder trabajar para hacer reir es una bendición total. La obra es un producto maravilloso, que tiene talento, frescura. La gente se va feliz, basta con verles las caras. También es emotiva porque Álvaro hace homenajes muy sentidos a distintos personajes. Es un show hermoso, completo.