Representantes de asambleas ambientales de Punilla entregaron este jueves en la Comunidad Regional un petitorio solicitando a los intendentes, jefas y jefes comunales su “apoyo” para que la audiencia pública en la que se discutirá el proyecto de la Autovía de Punilla se realice de manera presencial, proponiendo como espacio físico para su realización a la plaza Próspero Molina de Cosquín, y no virtual como anunció el Gobierno.
El documento fue acompañado por otro petitorio que esta semana se elevó a la Casa de Gobierno de la Provincia y a la Secretaría de Ambiente. Allí las asambleas volvieron a argumentar su rechazo a esta megaobra por su impacto socio ambiental y advirtiendo sobre otras prioridades para la región (Ver aquí).
Antes de la convocatoria, la realización de audiencias públicas bajo la modalidad virtual ya había sido objetada por las asambleas ambientales a través de un recurso de amparo que finalmente fue rechazado por la Cámara Contencioso Administrativa de 3ra. Nominación, aunque apelada ante el Tribunal Superior de Justicia.
“El Gobierno ha lanzado una audiencia pública virtual que no facilita la participación, sino todo lo contrario: la esconde y dificulta. La conectividad en el Valle de Punilla no genera una participación abierta y este un tema que se vuelve urgente, por eso proponemos la plaza Próspero Molina como alternativa basada en otros eventos que se realizaron en pandemia”, manifestó a La Estafeta Online Juan Nicastro, integrante de la Asamblea Ambiental Villa Giardino Despierta.
Además, el escrito se solicitó a los municipios y comunas no sólo que garanticen el acceso a la información plasmada en el estudio de impacto ambiental del proyecto y sus obras complementarias y sino también que, de mantenerse la modalidad virtual “faciliten lugar y conexión de Internet” para asegurar la participación de quienes no cuentan con medios electrónicos.
“Insistimos en la falta de acceso a la información, algo fundamental para poder participar. El proyecto colgado en la página de Caminos de las Sierras no es facilitar el acceso. Se trata de un proyecto muy técnico y complejo de leer. Son pasos que demandan tiempo para que la ciudadanía pueda empaparse en el tema”, agregó Nicastro.
Y cerró: “Las empresas saben que van a haber impacto en el ambiente, pero quieren hacer la obra igual, por lo que se dedican a plantear mitigaciones. Nosotros partimos de que estamos en una situación de debilidad ambiental y social en donde el impacto, por pequeño que sea, nos obliga a evaluar si lo queremos generar o no”.
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Fuente: La Estafeta Online.