El nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Carlos Rosenkrantz, asumió este lunes su cargo con una agenda de sentencias clave ligadas a la reforma jubilatoria y al pago de Ganancias de empleados judiciales.
También se abre una etapa en la que el máximo tribunal debe decidir sobre la continuidad de las escuchas en manos propias, entre otros temas.
Electo por decisión mayoritaria de sus pares, Rosenkrantz se mantendrá en su cargo por al menos tres años y sucede en la presidencia a Ricardo Lorenzetti, que la ejerció durante más de una década.
La ausencia de un acto formal para la renovación del cargo, sin foto ni discurso público, pareciera indicar cómo será el futuro de la CSJ de aquí en adelante: una Corte que dejará de lado su perfil político para tomar uno más técnico y legista, según consignan fuentes judiciales.
De hecho, el primer discurso público de Rosenkrantz recién será el 10 de octubre -en el encuentro de juristas convocado para acompañar al G-20-, y entonces se lo verá por primera vez ocupando el centro de la foto, con el resto de los jueces del máximo tribunal.
En su última semana a cargo de la Corte, Lorenzetti dejó constancia en un “Informe de gestión de la Secretaría General de Administración” que el tribunal tiene actualmente un superávit financiero de $26 mil millones y que, en lo que respecta a la evolución de recursos y gastos, su gestión registró “más de 10 años con superávits mensuales financieros consecutivos”.
Por otra parte, será tiempo en los próximos meses de ver cómo se define el futuro de, al menos, tres temas determinantes y de gran impacto político y económico: el pago de Ganancias por parte de los empleados judiciales, la reforma jubilatoria y la oficina de escuchas telefónicas.
El control de la oficina de escuchas -antes a cargo de la Procuración General y tomadas por la Corte Suprema desde 2016- es uno de los temas sobre los que podría haber cambios, luego de que la filtración de audios y conversaciones de teléfonos intervenidos afectaron la credibilidad del máximo tribunal a la hora de guardar en secreto estos documentos.
Respecto de la reforma previsional, la Corte deberá decidir si corresponde que unas cerca de 100 mil personas que hoy cobran los haberes máximos paguen impuesto a las Ganancias, luego de que la Anses apeló un fallo que marcaba la inconstitucionalidad de ese gravamen sobre los haberes.