2014. Por correo electrónico o SMS, los periodistas de Punilla recibieron la invitación para cubrir la visita del ministro de Industria de la Provincia, el joven Martín Llaryora, hasta un tiempo antes intendente de San Francisco.

En Carlos Paz, el funcionario fue recibido con todos los honores por el intendente Esteban Avilés, que transitaba su primer periodo al frente del Palacio 16 de Julio.

En Córdoba, gobernaba José Manuel de la Sota, en su segundo mandato.

La historia es conocida, pero vale la ocasión recordarla: Avilés había llegado al poder por fuera de su partido original, la UCR, a partir de una alianza con el Frente Cívico, la Coalición Cívica y otros partidos, junto al hoy legislador Walter Gispert y a Omar Ruiz, por ese entonces el hombre de Lilita Carrió en Córdoba y actual dirigente de sectores cercanos al kirchnerismo.

Llaryora, que hacía su primera experiencia en el Gobierno provincial, tenía ya en su objetivo ganar terreno en la capital para meterse entre las rendijas de lo que dejaba la sociedad de dos pesos pesados como De la Sota y Juan Schiaretti.

Avilés repitió en 2015, tras un triunfo contundente que lo posicionó como uno de los intendentes más fuertes de la Provincia y, a su vez, provocó la desintegración de la alianza que lo llevó al poder tal como se había concebido. Luego, en 2019, fue electo legislador por Hacemos por Córdoba, en la misma elección en que Schiaretti obtuvo casi el 70 por ciento de los votos en su reelección. Casi no ocupó la banca y durante cuatro años fue presidente de la Agencia Córdoba Turismo. En 2023 volvió a coronarse ganador de la elección de la Intendencia de Carlos Paz.

Llaryora fue luego diputado nacional, vicegobernador del primer mandato de Schiaretti y luego intendente de Córdoba hasta que en 2023 le ganó la pulseada a Juntos por Córdoba y fue electo gobernador de la provincia.

Llaryora, gobernador y Avilés, intendente, son dirigentes sub 55 que llevan más de 20 años en la gestión pública en distintos estamentos.
Son parte de la generación que está gobernando la Argentina en esta parte de la segunda década del Siglo 21 abriéndose paso de la anterior.

Pasaron 10 años de la foto en la que Llaryora ministro y Avilés intendente aparecían juntos y sonrientes mostrando que no había distinciones de partido a la hora de emprender políticas en conjunto.

La relación de Avilés con De la Sota era pésima y las críticas del intendente hacia el entonces mayor exponente del peronismo cordobés eran filosas y mediáticas. Por eso, la foto con uno de los ministros de la gestión provincial presagiaba algún tipo de acercamiento.

El tiempo pasó y hasta ahora, desde que ambos asumieron sus funciones en 2023, la única imagen que trascendió fue la de la presentación del operativo verano de la Policía de Córdoba, a principios de este año. El último encuentro fue en la inauguración del edificio de Tribunales y según los que estuvieron cerca, hubo un saludo cordial en el pequeño reducto en el que se dispuso que se encontraran las autoridades.

Resquemor

Los caminos de la vida llevaron a que la campaña electoral de 2023 terminara por separar las aguas de esa alianza que había tejido Avilés con el peronismo cordobés. Los pases de factura por no haber movido el aparato en favor de Llaryora en Carlos Paz no tardaron en hacerse sentir y el comienzo del final de la relación fue la designación del opositor Emilio Iosa, excandidato a la Intendencia de Carlos Paz, como Autoridad de Cuenca del lago San Roque.

Con la Coopi en retirada, Iosa se transformó en el centro del tablero de dardos al que apunta todo el oficialismo de Carlos Paz ubicándolo como el foco de la oposición local. Ocurre algo similar a lo que se le atribuye al presidente Javier Milei ubicando a Cristina Fernández como la figura principal de la oposición a la que demonizar.

En las últimas semanas, desde el Panal hubo algunas señales para intentar bajarle el perfil a la pelea, pero los soldados del Palacio 16 de Julio no acusaron recibo.

En los corrillos políticos de la Docta se dice que Avilés está buscando su lugar en el esquema que se jugará las listas de diputados nacionales en 2025.

Con todo, la imagen fresca y distendida que los cronistas de Carlos Paz tomaron aquella mañana de 2014 en barrio El Fantasio quedó en el pasado.

El acuerdo de Avilés con el peronismo cordobés llegó a su fin cuando Schiaretti le entregó el mando a Llaryora y todo hace prever que, salvo que se de una tregua o se firme un nuevo pacto, todo seguirá igual.

 

Foto: Archivo – Santiago Berioli.