Un grupo de empleadas domésticas que trabajan en Nordelta, denunciaron al diario Página 12 de Buenos Aires, que por pedido de algunos propietarios, no las dejan viajar más en los mismos colectivos que viajan ellos.
Según las trabajadoras, un grupo de vecinos del megaemprendimiento ubicado en Tigre presentaron firmas a MaryGo, la empresa de combis, para no viajar junto a ellas, emulando el apartheid sudafricano o el segregacionismo norteamericano de mediados de siglo XX.
Las mujeres aseguraron que deben esperar a vehículos destinados especialmente para ellas, que demoran en llegar más de 40 minutos, y que llegan atestados, ya que no les permiten subir en las combis de los vecinos.
“Compañeras han escuchado a sus patronas decir que no querían viajar con nosotras por nuestra forma de vestir, porque hablamos mucho de nuestra vida cotidiana, porque algunas hablan guaraní y porque tenemos mal olor”, denunció una de las empleadas que prefirió no dar su nombre por miedo a ser despedida.
A Nordelta sólo ingresan combis de la empresa MaryGo. Las combis internas hacen un recorrido que va desde el centro de Nordelta hasta la avenida 197, donde las trabajadoras toman los colectivos de línea para ir a sus casas. Las otras combis hacen el mismo recorrido, pero continúan hasta la CABA.
Una de las trabajadoras que lleva más de diez años allí, detalló que cuando se subían a las combis, los vecinos “nos ponían bolsos o mochilas para que no nos sentemos a su lado”. “Te miran con mala cara. Al principio no me daba cuenta, pero después sí. Yo me sentaba igual”, afirmó otra de las empleadas.
Hace unos meses, las combis de MaryGo que viajan a la CABA no frenan para que suban las trabajadoras domésticas. “Si paran a recoger a un propietario, cuando subimos nos obligan a bajar diciendo que no podemos viajar paradas”, informó Marta. “Pero es mentira, porque por más que había espacio nos decían eso igual”, agregó. La trabajadora señaló que los propietarios se habían quejado porque no querían ser ellos quienes viajaran de pie.
Las empleadas contaron que se enteraron de que hubo una reunión entre vecinos de Nordelta. Ahí se discutió si ellos y las trabajadoras domésticas debían viajar en los mismos vehículos o no. Aunque hubo posiciones encontradas, un grupo de nordelteños firmó una carta para exigirle a MaryGo que las empleadas y otros trabajadores que ingresan a la zona lo hagan sólo en combis internas.
“Este acto de segregación no demuestra más que lo que ya sabemos. Les molesta que las mujeres viajen en sus micros, pero no les molesta que suden lavando sus pisos, limpiando su mugre, criando a sus hijos, a cambio de salarios de miserables”, manifestaron.
Las trabajadoras decidieron contarles la situación a sus patrones. “Muchos no estaban ni enterados de que se hizo esa reunión y quieren juntarse para que MaryGo nos deje viajar”.
Después del corte, la empresa puso en circulación micros escolares para que las empleadas domésticas pudieran viajar. “Mi patrona está indignada porque no paga por ese servicio, sino el del MaryGo. Así que van a hacer una queja por eso también”, agregó una de las empleadas.
Fuente: Pagina 12