El podólogo mendocino detenido por el crimen de su pareja, un hombre que falleció en enero de 2020 mientras estaba internado en un sanatorio de la Capital Federal, manipuló 13 veces el suero de su esposo durante 10 días consecutivos según lo que se ve en videos de las cámaras de la sala de terapia.
Para el juez los videos fueron clave para dar por acreditado el envenenamiento de la víctima pese a que no hubo autopsia y así poder procesar al acusado con prisión preventiva por “homicidio cuádruplemente agravado”.
Se trata de Guillermo Germán Berjeli (45) quien, tras permanecer prófugo dos meses, fue detenido por la División Homicidios de la Policía de la Ciudad el pasado 18 de julio en su provincia natal, Mendoza, acusado de asesinar a su cónyuge, Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque (58), de nacionalidad chilena y quien era empleado de una aerolínea.
En una resolución dictada el martes pasado -a la que accedió Télam-, el juez en lo Criminal y Correccional 19, Diego Javier Slupski, procesó con prisión preventiva a Berjeli como autor de un “homicidio agravado por el vínculo, por haber sido cometido con alevosía, por el suministro de veneno y por codicia”.
Guzmán Jaque murió el 12 de enero de 2020 de una insuficiencia respiratoria tras estar internado casi un mes en el Sanatorio Anchorena del barrio porteño de Recoleta, donde llegó el 16 de diciembre de 2019 con un cuadro de “deterioro del sensorio, insuficiencia renal, desorientación, trastorno en la marcha y alteración en el habla”.
Según se desprende del auto de procesamiento, la víctima fue envenenada por su entonces pareja durante su internación en una sala de la terapia intensiva abierta del mencionado sanatorio porteño ubicado en la calle Anchorena al 1800.
La clave de la causa son las sospechas de los médicos y enfermeros del sanatorio que notaron irregularidades en los rótulos de los sueros y los videos de las cámaras de la sala de terapia donde estuvo internada la víctima, en los que Berjeli quedó filmando manipulando o intercambiando los sueros que tenía conectados el paciente por otros que traía escondidos en una mochila.
En la descripción del hecho imputado, el juez Slupski enumera los 13 episodios en los que entre el 2 y el 11 de enero de 2020 -día previo al deceso-, Berjeli fue captado por la cámara de la habitación intercambiando la bolsa de suero de su pareja.
“Durante el transcurso de la internación, cuando Guzmán Jaque se encontraba inconsciente, Berjeli le suministró en reiteradas ocasiones sustancias químicas tóxicas, que no pueden determinarse con exactitud, pero presumiblemente alcoholes pesados, particularmente, metanol y/o etilengliclol, lo que ocasionó el deterioro en su salud hasta provocarle la muerte por insuficiencia respiratoria no clasificada en bloqueo aurículo ventricular y de rama izquierda e infección a punto de partida no especificado”, señala la resolución del juez.
Slupski señala que Berjeli concretó “un elaborado y detallado plan criminal” y que actuó “con una finalidad económica”.
Al referirse al móvil, el juez afirma que “se encuentra acreditado el fin lucrativo del homicidio”, ya que el imputado cobró un seguro de vida de la víctima por 68.750 pesos de una póliza de la empresa Metlife, y realizó gestiones legales para heredar los bienes que Guzmán Jaque tenía en la República de Chile -un fondo común de inversión por 100.000 dólares, dinero de una cuenta bancaria y un departamento en Santiago de Chile valuado en 200.000 dólares-, aunque no lo logró porque la legislación del vecino país no convalidó la unión civil entre ambos.
De las declaraciones de un hermano y otras personas del entorno, surge que por problemas laborales Guzmán Jaque vino a vivir en 2014 a la Argentina con su madre, que aquí se mantenían gracias a una pensión de USD1.000 dólares mensuales que cobraba la mujer desde Estados Unidos, que en Buenos Aires alquilaban un departamento en Thames 174 de Villa Crespo y que la víctima desde 2018 trabajaba en el call-center de la aerolínea United Airlines.
El hermano declaró que Guzmán Jaque conoció a Berjeli a través de una aplicación de citas, que en menos de un año el acusado se mudó al departamento de su madre y de su hermano, y se casaron 16 de septiembre de 2019, es decir, tres meses antes de su internación.
También contó el hermano de la víctima que su madre “murió de pena” y “sabiendo que a su hijo lo habían matado, que Germán lo había envenenado”.
El paciente era portador de VIH, pero estaba bajo tratamiento, controlado y sin complicaciones, según explicaron los médicos que declararon en el expediente.
Además, el chileno venía de una internación previa en el sanatorio Anchorena de San Martín, de donde le habían dado el alta dos días antes de que ingrese a la sede Recoleta del mismo sanatorio.
Por ello, el juez afirma en su resolución que “el acusado habría suministrado las mismas sustancias tóxicas al damnificado los días previos a su internación”.
Para fundamentar el agravante de la alevosía, Slupski afirma que “el imputado actuó sobre seguro y sin riesgo al cometer el homicidio de Guzmán Jaque, en tanto (…) se encontraba inconsciente cuando le suministró la sustancia tóxica, además de procurar no ser visto en su accionar por el personal médico”.
Al argumentar la prisión preventiva, el magistrado mencionó que hay “riesgo de fuga” -el delito prevé una pena de prisión perpetua-, y sobre el “peligro de entorpecimiento” de la investigación, recordó que “en el afán de lograr su impunidad e impedir una posible autopsia, Berjeli ordenó rápidamente la cremación del cuerpo de Guzmán Jaque, pese a que sus familiares le habían pedido que esperase a que pudieran viajar desde Chile para despedirlo”.
Además de procesarlo, el juez le dictó al imputado un embargo sobre sus bienes de 50 millones de pesos.
La causa se inició el 4 de febrero de 2020 por una denuncia del mismo sanatorio que sospechó del accionar del ahora detenido.
El juez ordenó la captura del podólogo el 17 de mayo, luego de que la División Homicidios constatara que se había ido hace un año y medio de Buenos Aires y que estaba en la ciudad de Mendoza, donde lo detuvieron el 18 de julio.
En su indagatoria ante el juez, Berjeli se negó a declarar y continúa detenido, ahora cumpliendo prisión preventiva.