Del 17 al 23 de mayo se celebra en el mundo la Semana del Parto Respetado, una semana que no puede pasar desapercibida a pesar de la pandemia que estamos atravesando. Por el contrario, es necesario reforzar el mensaje para garantizar ciertos cuidados, de acuerdo al contexto que estamos viviendo.
En el 2015 se sancionó y promulgó en Argentina la Ley de parto respetado (Ley 25.929). Esta define los derechos de las madres, los recién nacidos/as y sus familias al momento del trabajo de parto, el parto y post parto.
Promueve el respeto a las particularidades de cada familia (etnia, religión, nacionalidad), y garantiza el acceso a la información para que la madre pueda tomar de decisiones seguras.
Según recuerda Guadalupe del Canto, psicóloga y terapeuta cognitiva: “Toda mujer que va a parir tiene derecho a ser informada de las diferentes intervenciones médicas posibles de acuerdo con su estado clínico para poder elegir la manera de parir, a ser tratada con respeto y con intimidad, siguiendo los tiempos biológicos y psicológicos del parto y a estar acompañada durante todo el proceso”.
Y añadió: “Toda mujer tiene derecho a ser informada sobre su estado de salud y el de su bebé, y a tenerlo a su lado, salvo cuando este requiere de cuidados especiales”.
Por otro lado, destacó que la ley también establece los derechos de los recién nacidos y de los padres, si el bebé ha nacido en situación de riesgo.
La profesional aseguró que trata de una ley muy simple, corta y de fácil lectura. “Si se va a parir, recomiendo que se lea para conocer en detalle todos los derechos de la madre, los niños y la familia”.
Para finalizar, sostuvo: “Esta ley es un gran avance para la maternidad en la Argentina porque nos convierte a las madres en protagonistas de ese momento único e irrepetible”.
Además invitó a reflexionar sobre algunas cuestiones como: ¿Qué sucede con el parto respetado frente a la muerte gestacional? Y en relación a la pandemia planteó pensar en el impacto que tiene para una mamá parir en este contexto.
“Estas son algunas preguntas que merecen un espacio de reflexión para que pensemos juntos como sociedad acerca de las maneras de parir y nacer en nuestro país”, concluyó la psicóloga.