La violencia en Venezuela se torna paisaje habitual. Van 39 días y 39 muertos. Otra vez, se produjeron decesos. Otra vez, jóvenes.
Una de las víctimas, Miguel Castillo, tenía 27 años y falleció ayer en momentos en que los cuerpos de seguridad impidieron el paso de manifestantes que se dirigían al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en Caracas.
La marcha rechazaba la iniciativa de activar una Asamblea Constituyente, mecanismo con el cual el presidente Nicolás Maduro pretende modificar la Carta Magna para deshacerse de la actual conducción opositora en el Parlamento.
Sobre el deceso, el alcalde del municipio capitalino de Baruta, Gerardo Blyde, dijo que Castillo murió tras sufrir una “herida intercostal en Las Mercedes”, una zona comercial aledaña a la autopista Francisco Fajardo, la cual enlaza el este y el oeste de Caracas.
Poco antes de la noticia, la Fiscalía General había confirmado que un hombre de 32 años, herido de bala el lunes pasado en una manifestación en la región occidental de Mérida, murió y que fueron designados dos fiscales para investigar el caso.
Por su lado, el municipio Chacao, de donde partió la marcha para exigir respeto a la Constitución, informó que la represión en la jornada dejó un balance de 84 heridos, dos de ellos de bala, cuatro por perdigones y 11 por asfixia.