Yessica San Benítez (27) y Santiago Godoy (29) estaban ansiosos por llegar a Villa Carlos Paz para comenzar una nueva vida pero lamentablemente el dueño de un complejo de cabañas que les había ofrecido trabajo estable, los rechazó e incumplió la promesa de darles empleo y casa, según lo pactado con uno de sus familiares.
La pareja oriunda de Mendoza vendió todo lo que tenía en Guaymallén para viajar a Córdoba a desempeñarse como caseros de un complejo turístico junto a sus cuatro hijas (Morena, Agustina, Paula y Tiziana), y su quinto hijo varón, al que esperan dentro de 2 meses.
Yessica, quien llegó con esperanzas el 28 de diciembre a la casa de su madre, una casera que vive en Falda del Carmen, está embarazada y con una gran carga sobre sus hombros que comparte con su pareja: “Apenas llegamos pudimos hablar con el que nos había prometido todo, pero nos dio la espalda. Al principio nos quedamos en la casa donde vive y trabaja mi mamá, pero el dueño de esa casa no quiso saber nada. Nos dejó quedarnos unos días y luego nos dijo debíamos irnos”, contó la joven mujer en conversación con Carlos Paz Vivo!
Luego comentó que su madre, quien ya había cumplido su objetivo de encontrar trabajo en Córdoba hacía ya un tiempo, confió ciegamente en aquel hombre que ofreció todo para su hija y familia, y que por lo tanto para ella también fue gran fiasco, una traición a la palabra, a un acuerdo verbal.
“Creemos nos rechazaron por nuestros hijos, quizás se arrepintieron de darnos trabajo porque consiguieron a otra persona con menos compromiso, no lo sabemos. Confiamos en el hombre con el que hablamos a través de mi mamá, y nos quedamos sin nada, sin el futuro que vinimos a buscar”, manifestó Yessica.
Rechazo social
“Estuvimos días enteros caminando de aquí para allá para conseguir una casa que pudiéramos alquilar, todo lo hacíamos a pie. Nos caminamos todo, no pedíamos nada, solo oportunidad de conseguir una casa para pagar con nuestro esfuerzo y la gente nos rechazaba y nos decía: ‘Tienen demasiados hijos, disculpen pero acá no les podemos alquilar”, recordó con angustia.
Después de unos días de buscar un sitio donde quedarse junto a su familia, consiguieron un pequeño monoambiente con baño y una cocina muy cerca de Alta Gracia.
“Por suerte dimos con ese lugar y mi pareja, como es trabajador y nunca se queda, consiguió trabajo en Villa del Prado, en construcción, para que no nos falte nada, pero como nos quedamos sin muebles y cosas propias, tenemos que empezar de cero”, explicó Jessica.
El pedido de ayuda
Hoy, la familia solicita colchones y camas para poder dormir bien y muebles para acomodar la ropa, el cazado y los alimentos que brindaron personas solidarias en los últimos días.
“Necesitamos ir armando nuestro hogar de a poco y recomponer lo que perdimos. Confiamos como mi mamá en su momento, pero nos fue mal”, concluyó la joven madre.
Para ayudar a la familia mendocina, las vías de contacto son los teléfono 3547 625055 o bien 3541 226523 de Silvia Suárez, Solecitos Naranjas.