“Cada vez que el macrismo generaba un nuevo hundimiento, sabía que era una semana de mi nombre difamado por todos lados, de los orangutanes de la Justicia metiéndose en mi casa y haciendo conmigo lo que querían, fuera de cualquier marco legal”, añadió la hija de la vicepresidenta.
Tras denunciar que esa supuesta campaña “se había vuelto un plan sistemático”, Florencia Kirchner concluyó: “Me enfermaron, sí, pero jamás lograron que odiara mi nombre”.
La hija de Néstor y Cristina Kirchner comenzó a hacer publicaciones en Instagram el 10 de febrero último, después de la última visita que le hizo su madre.
Florencia Kirchner viajó a Cuba a mediados de marzo del año pasado para hacer un curso de guión cinematográfico, pero durante su estadía pidió permiso para demorar su regreso y someterse a un tratamiento de salud en La Habana a raíz trastorno de un estrés postraumático, entre otros problemas de salud.