La canasta CBT, en tanto, mide a alimentos, servicios, movilidad y la indumentaria mínima que una familia de dos adultos y dos menores requiere para no caer debajo de la línea de la pobreza.
La metodología de estudio permitió determinar que los resultados mensuales por adulto equivalente -a partir del cual se pondera el valor para niños y adultos mayores- fue en marzo de 1.876,56 para la línea de indigencia y 4.560,04 para el de pobreza.
El informe contribuye a la estimación de los hogares en situación de indigencia, es decir de aquellos cuyos ingreso total mensual no alcanza para cubrir la Canasta Básica Alimentaria; y aquellos en situación de pobreza que no cubre no la Canasta Básica Total pero permite al menos adquirir la CBA.
La fuerte suba en los precios de los alimentos y el incremento de los servicios -en especial la tarifa del gas- fueron los disparadores del aumento.
La suba de las canastas quedó perfilado desde el momento en que el Indec dio a conocer -el 11 de abril pasado- que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) marcó en marzo un incremento del 2,4 por ciento respecto al mes anterior, con una fuerte preeminencia de los rubros alimentos y bebidas, con un aumento superior al 3.
En la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo al relevamiento realizado por la Dirección de Estadísticas porteño, un hogar compuesto por dos adultos y dos niños, requirió en marzo obtener ingresos por 14.620,17 pesos para superar la línea de pobreza, y de 7.260,08 pesos en el caso de la Canasta Alimentara Básica.
Entre las mediciones privadas, una familia tipo necesitó en marzo ingresos por 12.709 pesos para no caer en la pobreza, según se estimó en un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), lo que implicó una suba del 3,6 por ciento intermensual.
Para el caso de la Canasta Básica Alimentaria, el ingreso necesario fue de 5.473 pesos en marzo, lo que verificó un alza de 3,2% frente a febrero último, también en base a la medición de FIEL.
El 28 de marzo, el Indec publicó el Índice de Pobreza que alcanzó en el segundo semestre de 2016 al 30,3 por ciento del país -alrededor de 12,7 millones de personas-, por debajo del 32,2 por ciento del primer semestre.
Dentro de este 30,3 por ciento de pobres, hay un 6,1 por ciento que son indigentes, es decir, cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad de alimentos suficientes, también por debajo del 6,3 por ciento de la medición anterior.