Algo menos de tres millones de uruguayos están convocados para elegir este domingo al presidente que sucederá al socialista Tabaré Vázquez a partir de marzo de 2020, aunque, según todas las previsiones, la definición deberá esperar hasta el 24 de noviembre, ya que ninguno de los candidatos estaría en condiciones de imponerse por el 50% de los votos que evitaría el balotaje.
Para el gobernante Frente Amplio (FA) la elección marca un cambio generacional que implica llevar como candidato a Daniel Martínez, ex intendente de Montevideo de 62 años, que intentará mantener a la alianza de izquierda en el poder por un cuarto período consecutivo dejando atrás a las máximas figuras partidarias: Tabaré Vázquez, José “Pepe” Mujica y Danilo Astori.
La incógnita acerca de si el FA estará a la altura del desafío está abierta, al menos por lo que marcan las encuestas: las más entusiastas le asignan a Martínez 44 puntos porcentuales, pero en su gran mayoría no le dan más de 40, lo cual le haría muy difícil al oficialista escalar los 10 puntos que le faltarían para alzarse con el triunfo en el balotaje.
En esa probable segunda vuelta el ex jefe comunal montevideano tendrá una cita de riesgo para sus intereses electorales con el candidato del derechista Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, actual senador, de 46 años, que se muestra como un dirigente moderado y moderno, que no escapa al molde del político pragmático que califica al gobierno de Venezuela como una dictadura y admite que sea quien fuere el próximo presidente argentino, será “un amigo” de su país.