El cineasta cordobés por adopción Rosendo Ruiz, autor de películas reconocidas por el público y la crítica especializada como De caravana (2010), Tres D (2014), Maturitá (2016), Casa propia (2018), este año estrenará Minievo, entre otras dos películas como Ahora y siempre y El último cuadro de Luz Belmondo.
Minievo será la primera a proyectarse en el marco de la novena edición del Festival Internacional de Cine Independiente de Cosquín (FICIC), el 4 de mayo a las 14 hs, en la Sala Cinema, (San Martín 871) Cosquín.
Este filme tiene la particularidad de haber sido realizado con alumnos de primaria de las escuelas Castelfranco y Dante Alighieri de la ciudad de Córdoba. Los niños y niñas participaron en el proceso de guionado, producción, y rodaje de la obra cinematográfica, y además actuaron.
Rosendo Ruiz, y su productora de cine El carro producciones, hace años llevan a cabo la modalidad de producción cine-escuela, de la cual surgieron filmes como Todo el tiempo del mundo (2015) y Maturitá (2016) y Ahora y siempre (2019) la última que filmó junto alumnos del secundario Juan Zorrilla de San Martín; y la forma de producción cine-taller de adultos (coordinado además con Alejandro Cozza e Inés Moyano) de donde surgió El deportivo, Camping y El último cuadro de Luz Belmondo, que se proyectará del 23 al 29 de mayo en el Cineclub Municipal Hugo del Carril, junto al filme hecho con los alumnos del Zorrilla.
Con motivo del estreno de Minievo, Carlos Paz Vivo! entrevistó al realizador, Licenciado en Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Córdoba, quien que desde el 2010 no para de filmar, y pudo llevar sus obras a importantes festivales como el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, Festiva de Cine de Rotterdam, Taipei, BAFICI, entre otros.
Minievo cuenta la historia de los alumnos de dos escuelas primarias que participan de un juego medieval. De repente, en el evento desaparecen dos niños. Sus amigos los buscan y en lugar de encontrarlos dan con una extraña piedra que posee propiedades para la teletransportación. Construyen con ella una máquina del tiempo, viajan al Medioevo y encuentran a sus amigos desaparecidos. Luego de varias peripecias con niños medievales logran reconstruir la máquina del tiempo y volver finalmente al presente.
¿Cómo fue que surgió el desafío de trabajar con chicos de primaria, dado que anteriormente habías hecho cine escuela, pero con adolescentes?
-Cuando la escuela Dante Alighieri me pidió que hiciéramos una película, solicité que en esta oportunidad fuese con chicos de 6 grado de primaria. El representante legal accedió. Fue un proceso hermoso, muy gratificante. Yo quería demostrar y comprobarme a mí mismo que los chicos si se los involucra de verdad en algo, pueden estar a la altura de los grandes en el compromiso, para participar de un proyecto. Desde un principio les dije: chicos, yo vengo a hacer una película, no a hacer como si…Por eso les planteé que el que se sumaba, era para trabajar en serio. Como todas las películas que hago, se trata de una película mía desde entrada.
No me equivoqué, los chicos estuvieron a la altura de las circunstancias, y el compromiso fue impresionante, sobre todo durante los días de rodaje que fueron 10 días de muchas horas cada día. Estuvieron al pie del cañón, todas las horas que tenían que estar. Hacíamos las retomas que fuesen necesarias. A veces hacíamos 10 veces una toma, hasta que salía bien.
¿Siempre estuvo la idea de que participaran las dos escuelas en forma conjunta?
-El representante legal de la Dante lo es también de la escuela Castelfranco y él fue quien me propuso lo hagamos de forma conjunta. Por eso adaptamos el guión para que la historia sucediera entre dos colegios que son medio hermanos, porque los dos tienen una orientación hacia la cultura italiana.
el placer de hacer algo productivo. Creo que eso es lo que entendieron los chicos que hicieron la peli, y hacia donde yo los llevé: a comprometerse con un trabajo-juego
¿Cómo se escribió el guión?
-Yo iba cada semana a una escuela y a otra y fui escribiendo el guión de acuerdo a las ideas que surgían. Tuvimos un encuentro entre los dos colegios y seguimos avanzando con el guión y después, los dos directores de los primarios se pusieron de acuerdo y comenzamos a ensayar. Los ensayos se hicieron también en ambas instituciones. Así que la logística estuvo muy ajustada y de acuerdo con el equipo de producción de la película.
Me quedé con la idea de que asumiste el desafío con niños porque querías demostrar que los ellos pueden tomar el compromiso de hacer proyectos como éste, ¿a qué se debe ese objetivo?
-Creo que es porque me recordó mucho a mi infancia en San Juan. Mi papá me hacía trabajar con él, a mí y a mis hermanos en la fábrica de soda. En realidad le ayudábamos en el reparto a veces, o a hacer otras cosas como lavar los sifones o llenarlos. Ahí yo aprendí que al trabajo se lo puede tomar como un juego. Estoy lejos de pensar que fue explotación infantil, porque aparte no eran tantas horas y además yo podía jugar e iba a la escuela. Aprendí a tener responsabilidades y a trabajar para ayudar a la economía familiar.
Además nosotros teníamos una conejera y yo era el encargado de limpiar los conejos, atenderlos, darles de comer y hacía varias tareas de la casa. Agradezco a mis padres que me hicieron colaborar en estas tareas. El trabajo como un juego y un disfrute de hacer algo. La palabra trabajo pareciera tiene una connotación peyorativa, pero me refiero al placer de hacer algo productivo. Creo que eso es lo que entendieron los chicos que hicieron la peli, y hacia donde yo los llevé: a comprometerse con un trabajo-juego donde produjeron algo que en este caso fue cine.
Fue un proceso tan increíble que muchos chicos se emocionaron el último día de rodaje y cuando se hizo el avant premiere de la película con toda la comunidad educativa.
Fue un proceso tan increíble que muchos chicos se emocionaron el último día de rodaje y cuando se hizo el avant premiere de la película con toda la comunidad educativa
¿Disfrutás del rol docente?
-No soy docente. Cuando me invitaron a dar clases, fui docente en la escuela de cine La Metro un año, y fui asistente de un profesor en una cátedra de la UNC. Pero me di cuenta que mi forma de transmitir lo mucho o poco que sé del cine y del trabajo en equipo, es justamente haciendo algo, y haciéndolo en serio. El cine siempre me enseña muchísimo, veo películas y aprendo, hago películas y aprendo. Hago películas para aprender más del tema que quiero tratar en la película y de los subtemas y de los personajes. No hago una película para decir yo creo que el mundo es así, sino que parto de una historia que quiero contar; entonces al escribirla, ensayarla, filmarla y editarla, termino de entender muchas más cosas sobre esa misma historia, y es lo que pretendo que el espectador también le pase. Quiero generar en el espectador conocimiento, preguntas, inquietudes. Nunca cosas cerradas, sino más bien cosas que expandan.
-En el cine escuela los chicos justamente aprenden en el hacer…
-Sí, y quedan maravillados con ese proceso. Van aprendiendo en el oficio, cuando me ven a mí y al equipo filmar, trabajar. Ven cómo nos organizamos, cómo cada uno es parte de engranaje, cómo cada uno tiene que estudiarse el guión y llegar a horario para maquillarse y en esos días no cortarse el cabello ni exponerse al sol. O sea, es un trabajo en equipo que enseña muchísimo también a nivel humano. Es muy rico, se potencia todas las individualidades en ese trabajo en equipo. Yo voy explicando cosas, pero el proceso pedagógico se produce en la acción. Todo se hace en la escuela, el casting, el taller de teatro para quienes son elegidos para actuar dentro de la escuela. Luego viene mi equipo profesional de cine con cada especialista, y también aprenden de ellos en el rodaje. Los chicos se suman a trabajar en las diferentes áreas.
Hablame de tus próximos proyectos, Tunga y Festival
-Tunga es una película de época, años 70’, que habla de Juan Carlos Giménez Rufino, La Mona, cuando tenía 18 años, en el momento que pasa de Berna al Cuarteto de Oro. Contamos en un policial negro la historia de un pibe que se termina convirtiendo en un ídolo de toda una clase y de toda una provincia de un género musical. Nos interesaba saber con Alejandro Cozza, con quien guioné la peli, qué pasó con ese pibe que hoy es una leyenda viva. Esa película está en el INCAA y está listo el proyecto. En cuanto el INCAA nos de el Ok, comenzaremos a trabajar en la preproducción. Se trata de la película más grande que hemos hecho hasta el momento.
Festival es otra película grande, un musical que también guionamos con Cozza. Es una historia de amor que sucede en el marco del Festival Nacional de Folklore de Cosquín. Este es un gran desafío por el hecho de abordar el relato como un musical, que es uno de los grandes géneros cinematográficos más bellos por las canciones, las coreografías. Tomaremos como referencia los musicales clásicos de Hollywood de la década del 50’.
Y no quiero dejar de mencionarte la película-taller con alumnos de cine de la UNC que filmaré en junio y que hablará de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918.
Quiero generar en el espectador conocimiento, preguntas, inquietudes. Nunca cosas cerradas, sino más bien cosas que expandan.
¿Qué pasa actualmente con la crisis económica y el cine? ¿de qué manera impactó en Córdoba?
-El cine cordobés hace 10 años tomó mucha fuerza y empezamos a producir muchas películas con distintos modos de producción, y por suerte el gobierno en ese momento hizo un fondo económico financiero que nos sirvió mucho. Luego todo el sector trabajamos en una Ley de cine que se aprobó hace un par de años, y ahí mismo nació el Polo Audiovisual de Córdoba que ya lleva dos concursos abiertos y ejecutados. Festejamos la existencia y funcionamiento del Polo que nos da un importante respiro, pero todavía es necesario ajustar muchos mecanismos para adecuar todo a los tiempos que necesitan las películas para producirse. Hoy el apoyo está llegando tarde, por lo que les resulta difícil a los proyectos sostenerse financieramente. De todos modos tenemos fe que se puede revertir la situación y se pueda coordinar bien, para que no termine siendo perjudicial para los productores. Todos somos productores chicos, con poca espalda financiera. Esperamos igualmente que se termine esta crisis que estamos viviendo, y que podamos producir películas de una forma más regular y holgada.
Rosendo Ruiz estrenará Ahora y siempre, el lunes 27 de mayo a las 20,30 hs en el Cineclub Municipal Hugo del Carril (San Juan 49) de Córdoba. Será una función especial que contará con la presencia del elenco y el equipo técnico.
Relata cómo un grupo de estudiantes del último año de un colegio secundario hacen una serie de reclamos a los directivos del mismo sobre el sistema educativo. Luego de fricciones y reprimendas toman el colegio, obligándolos a dialogar, logrando así algunos de los cambios planteados. Este espíritu de lucha transforma y marca para siempre a los jóvenes.
Por otro lado, El último cuadro de Luz Belmondo podrá verse el viernes 24 de mayo 23 hs, con también con la presencia de los realizadores y elenco del taller de cine de adultos y el equipo técnico.