Actualmente, el actor argentino Joaquín Furriel está pasando por un interesante presente laboral. Mientras espera la segunda temporada de la serie policial El jardín de bronce de HBO, está a días del estreno del filme que lo reencuentra con la dirección de Sebastián Schindel, junto a quien brilló en El patrón, radiografía de un crimen.
Esta nueva obra de Schindel se llama El hijo, un thriller de suspenso psicológico que lo tiene como protagonista. Allí Lorenzo (Furriel), un artista plástico ansioso por la llegada de su hijo, descubrirá una obsesión muy particular por parte de su joven mujer hacia el primogénito de ambos. Sobreprotección, locura, experimentos y la necesidad de un hombre desesperado por ejercer la paternidad se encuentran en la película que también cuenta en su elenco con Martina Gusman, Luciano Cáceres, Heidi Toini y Regina Lamm.
Pero además, Joaquín Furriel volvió a las tablas para hacer Hamlet en el teatro San Martín, en una versión del clásico de Shakespeare dirigida por Rubén Szuchmacher.
Los monólogos que interpreta Joaquín sobre el escenario son intensos y requieren de su plena concentración, no puede distraerse. Para su sorpresa, en una de las funciones hubo una situación que lo desconcentró por completo e hizo que tuviera que frenar la obra: dos espectadores se pelearon en medio del espectáculo.
En diálogo con el programa radial Perros de la calle de Buenos Aires, el actor contó por qué se inició el conflicto en plena función. “En un monólogo, que es con el que se termina la primera de las tres partes, de repente arrancó a sonar un celular, pero lo que pasó es que era un ringtone tipo ta ta ta… -bocina- algo muy invasivo’’, comenzó diciendo.
“Me paro porque escucho un shhh y de repente una persona grita ‘por favor el teléfono’, en esa situación yo me quedo callado y retomo el monólogo. Cuando retomo se escucha otro teléfono y ahí se arma como un espectáculo en la platea, porque uno grita ‘por favor apaguen los teléfonos’, y empiezan a pelearse tipo tribuna, hasta que uno grita ‘pobre Furriel'”, agregó el actor.
¿Qué hizo ante esa situación? Tuvo que frenar el monólogo y esperar a que los espectadores terminaran de pelearse. Después, continuó con la obra… ¡y al final lo aplaudieron con muchísimas ganas! Una función para el recuerdo.
Fuente: Ciudad Magazine/Infobae.