Por Raúl Bonadero. Quiero dirigirme a todos los vecinos de Villa Carlos Paz para referirme al tema crucial que afronta la Ciudad en estos tiempos; la situación del Lago San Roque.
Lo hago como simple vecino con la única autoridad de tener 83 años y haber incursionado en distintas actividades públicas y privadas en los últimos 60 años. Al mismo tiempo quiero adelantar que nos soy candidato a nada, ya que la ocupación de tiempo completo que exige una responsable actividad política es incompatible con mi edad.
Es muy posible que en los próximos meses asistamos a una situación caótica de las aguas del lago, lo que sumado a las disputas políticas crea un ambiente de lucha brutal, ya que no hemos aprendido a trabajar concertando con inteligencia. Casi todos somos responsables de esta historia en distinto grado. Sin duda que las autoridades municipales de los últimos decenios deben asumir la responsabilidad fundamental.
El problema del tratamiento de los residuos cloacales es indudablemente uno de los factores que más incide en esta problemática. La ausencia de acuerdo entre el Municipio concedente y la Coopi prestataria es una intolerable falla que lleva muchos años de existencia.
Una alteración en el tratamiento de los efluentes producida a finales del pasado mes de diciembre ha desencadenado un enfrentamiento político judicial que nada aporta a la solución. No estoy capacitado ni informado suficientemente como para aseverar el grado de responsabilidad de la prestataria, pero bueno es saber que durante los últimos 10 ó 15 años, durante los cuales el gobierno provincial controló la calidad del tratamiento cloacal, no ha trascendido ninguna objeción.
Se avecinan en nuestro país tiempos sumamente difíciles social, económico y políticamente. Carlos Paz no será una excepción. Tratemos de transformar este “guerrero enfrentamiento”, por una “pacífica concordancia”. Dejemos de lado los planteamientos asentados en ambiciones personales, que conllevan a la ruptura de posibles lazos colectivos. “Ser” para uno, es nuestra pesada carga humana que no puede eliminarse pero si atenuarse.
(*) Raúl Bonadero es médico, fundador del partido Participación y Cambio. Fue concejal, candidato a intendente y convencional constituyente en la redacción de la Carta Orgánica de la ciudad.