El carlospacense por adopción hace mas de 35 años, premiado en la última fiesta del deporte por su “Trayectoria Deportiva”, tiene una historia muy interesante para contar.
Oscar Coronel, el “loco”, debe ser una de las 10 personas más reconocidas del basquet a nivel nacional. Nacido en Córdoba en 1960 y con sus inicios en el basquet a los 8 años motivado por su madre y su padre que eran jugadores, de a poco fue inyectàndose el deporte en sus venas. Claramente, el baloncesto era el principal componente.
Profesor de Educación Física y Licenciado en Psicología, mezcla perfecta para sentarse a charlar con él sobre cualquier tema. No vale la pena decir que uno se deleita al escucharlo hablar de la “naranja” y analizar, desde el lado psicológico, y sobre cómo influye el deporte en conjunto al crecimiento de las personas.
Enamorado de Carlos Paz
Llegó a nuestra ciudad hace más de 35 años y se enamoró. Creo que como nos pasó a todos. Decidió echar raices aquí y lo mismo hizo su familia. Fue (y es) uno de los grandes impulsores el basquet local. “Uno de mis sueños era dirigir la liga local y ya lo cumplí en demasía”, confesó Oscar.
Dirigió a más de 40 clubes y gracias al basquet recorrió todo el país y gran parte del mundo. “Tuve la suerte de ir dos veces a Estados Unidos a la Universidad de Indiana y también a la Universidad de San Pablo en Brasil. Fui un privilegiado al poder cruzar el mar y conocer toda Europa dirigiendo”, contó el entrenador.
Tiene una lista de mejores jugadores, a los que pone por sobre el resto: Jordan, Ginobili, Gustavo Filloy, “Pichi” Campana y Fabricio Oberto. Tiene chapa (y obligación) de marcar a sus jugadores favoritos, y el que sabe de basquet, lo escucha.
Oscar Coronel es considerado uno de los pilares humanos fundamentales en la formación del basquet federal en el país. Imagínense lo importancia de este logro que nos dio a la Generación Dorada y poder imponer el basquet argentino entre los mejores del mundo. Eso es el “Loco”, una buena persona, generosa y solidaria, tal como define él mismo al basquetbolista ideal.
“Los jugadores tienen que alejarse de aquella enorme masa de los que juegan para “no perder”. El buen jugador, juega para ganar siempre y no sólo como deportista sino también como ser humano”, dijo y agregó: “El basquet es un deporte donde prevalece el espíritu de superación, se compite pero no para el triunfo individual sino para la victoria maravillosamente colectiva” .
El premio a la trayectoria de la última fiesta del deporte fue para él. El cuatriciclo del sorteo final en la misma fiesta, también lo ganó y lo recibió junto a su hijo.