El anuncio se hizo en el Centro Cívico durante la entrega de nuevos móviles a la Policía de la Provincia. Son 40 camionetas 4×2 Chevrolet S-10 y cuatro minibuses para el patrullaje preventivo.
Allí, el gobernador Juan Schiaretti anunció que la Policía contará con una nueva dirección de “control” de los uniformados que se complementará con el actual Tribunal de Conducta Policial.
La diferencia es que esta Dirección General de Control de Conducta Policial dependerá directamente del jefe de Policía, quien designará a su mando a un oficial mayor.
El Tribunal de Conducta Policial y Penitenciaria, en cambio, es dirigido por un funcionario civil y depende de la Gobernación.
Según Schiaretti, la Dirección contribuirá con un trabajo preventivo: “Precisamos actuar preventivamente para que no nos enteremos al cabo de algunos años que hay oficiales que son delincuentes. Hay que actuar preventivamente, como sucede en todas las Policías del mundo”.
“Con la misma seguridad que les digo que no voy a permitir que nuestra en la calle ande sin la protección adecuada, les digo que no voy permitir ningún hecho de corrupción”, dijo Schiaretti al anunciar el envío del proyecto de ley de Seguridad Pública y Ciudadana -que abarca aspectos que ya están en funcionamiento, como la Policía barrial- donde también se explicita la creación de esta nueva entidad de control interno.
“No voy a permitir que algunos delincuentes, que son pocos, disfrazados de policías, pretendan manchar a la institución que es central en el funcionamiento de la democracia de nuestra Córdoba”, remarcó Schiaretti.
El tema es candente teniendo en cuenta, según indica La Voz, que en 2016 un total de 39 policías fueron echados de la fuerza por delitos y faltas administrativas. Desde 2007, un total de 450 uniformados fueron cesanteados.