“Estábamos por asar un costillar de 18 kilos en la vereda, para más de 20 clientes que vienen habitualmente los viernes a la noche a comer y armamos una especie de peña. Sacamos la parrilla portátil a la calle y dejamos la carne sobre una mesa. Entré a buscar una cuchilla y afuera quedó un muchacho quien estaba acomodando la parrilla. En un momento, dos jóvenes que circulaban en una motocicleta con sentido oeste – este, por 9 de Septiembre, detuvieron la marcha y el acompañante se bajó rápidamente y se robó el costillar. No nos dio tiempo a nada”. contó Daniel Gramoy a La Voz de San Justo.