En las últimas horas, un hombre oriundo de la localidad de Anisacate encontró en el patio de su casa una serpiente coral. Pero lo curioso, es que en el momento del hallazgo el ofidio se estaba comiendo a otro ejemplar de la especie Yarará.
Lo cierto es que en vez de sacrificarla, se comunicó con el coordinador de Políticas Públicas Saludables de Villa Carlos Paz, Emilio Iosa, quien la rescató y entregó a la Dirección de Epidemiología de la Provincia para que puedan utilizar su veneno para elaborar suero.
Sobre el ejemplar, cuyo nombre científico es Mycrurus, Iosa informó que no es importada de otro lugar, sino que es una especie propia de las sierras de Córdoba. Y detalló: “Se encuentran menos que las Yarará y provocan menos accidentología porque no es una víbora agresiva que ataque; sino más bien son movedizas y se refugian entre las piedras”.
Sin embargo, explicó que el veneno es neurotóxico y muy potente, y como no hay muchas que sean atrapadas, se necesitan para poder hacer los antídotos y tener en los hospitales.
Asimismo, se refirió a la importancia que tiene rescatar a la serpiente viva ante una posible aparición: “Desde Zoonosis nos expresaron que es una enorme contribución para la generación del antiveneno. Por eso indicaron que será enviada al Instituto Malbrán para la producción del suero específico”.
Imagen ilustrativa.