A 43 años de la guerra de Malvinas, el recuerdo de la guerra sigue vivo en la voz de los veteranos.
Ricardo Vélez, excombatiente y vecino de Villa Carlos Paz, compartió su historia, marcada por el sacrificio, el olvido del Estado y la constante lucha por el reconocimiento.
“La posguerra fue un desastre. Nos dieron la espalda”, confiesa Vélez, quien aún hoy sigue “malvinizando” en cada oportunidad que tiene. En su relato recuerda cómo se enteró de que el país estaba en guerra: “Nos formaron en la plaza de armas y el comandante anunció: ‘Señores, estamos en guerra’. Nos dieron la opción de dar un paso al costado, pero yo me quedé firme”.
Desde su llegada a Malvinas, Vélez cumplió funciones de abastecimiento de armamento. A pesar de la diferencia de recursos frente a una potencia militar como el Reino Unido, destaca la resistencia argentina: “Si nuestras armas hubieran sido inservibles, no hubiéramos causado tantas bajas. Pero lo más importante fue el valor del soldado. Peleamos por la patria”.
Sin embargo, el final de la guerra marcó el inicio de otra batalla: la reinserción en la sociedad. “Volvimos y no nos reconocieron. Pasamos diez años de abandono. Muchos compañeros se quitaron la vida”, lamenta. Con el tiempo, la lucha de los excombatientes logró que se los visibilizara y se impulsaran leyes de reconocimiento. “Todo lo que se logró fue por el soldado”, afirma con orgullo.
Hoy, en Villa Carlos Paz, los veteranos encuentran un espacio de homenaje. “Por lo menos aquí nos dieron la oportunidad de ser protagonistas del 2 de abril”, reconoce, agradecido.
“Seguimos malvinizando, seguimos adelante como infantes, siempre adelante”, enfatiza Vélez.