Racing Club logró una hazaña histórica al consagrarse campeón internacional tras 36 años, venciendo 3-1 a Cruzeiro en la final disputada en el estadio La Nueva Olla de Asunción. Con goles de Gastón Martirena, Gabriel “Maravilla” Martínez y Roger Martínez, el equipo dirigido por Gustavo Costas celebró un título que quedará grabado en la memoria de los hinchas.

Desde el inicio del partido, Racing demostró estar preparado para enfrentar a un rival duro como Cruzeiro. Con una estrategia clara de ceder el control del balón y aprovechar los contragolpes, los de Avellaneda tomaron la delantera rápidamente. Gastón Martirena abrió el marcador a los 13 minutos con un centro que, para sorpresa de todos, se coló en el arco defendido por Cassio.

Apenas siete minutos después, Maxi Salas desbordó por la izquierda y envió un centro preciso que Gabriel “Maravilla” Martínez convirtió en el segundo gol. La ventaja de 2-0 desató la euforia en las tribunas repletas de hinchas de Racing que llegaron hasta Paraguay.

A pesar del marcador adverso, Cruzeiro controló la posesión de la pelota durante gran parte del encuentro. Sin embargo, la solidez defensiva de Racing y las atajadas de Gabriel Arias fueron clave para mantener la ventaja. El equipo brasileño tuvo algunas oportunidades claras, pero falló en la definición, incluyendo un mano a mano que Arias resolvió de manera magistral.

El segundo tiempo comenzó con Cruzeiro decidido a buscar el empate. A los 7 minutos, Kaio Jorge aprovechó un descuido defensivo para descontar y encender las alarmas en Racing. Los minutos posteriores fueron un asedio constante por parte del conjunto brasileño, que estuvo cerca de igualar en varias ocasiones.

En medio de esa presión, Racing pudo haber liquidado el partido antes, pero Maxi Salas falló un gol increíble frente al arco vacío. Sin embargo, Roger Martínez no perdonó en una jugada posterior y sentenció el 3-1 definitivo que selló el título.

Un festejo esperado por generaciones

Este triunfo marca el regreso de Racing a la cima del fútbol internacional, tras la obtención de la Supercopa Sudamericana en 1988, curiosamente también contra Cruzeiro. La consagración de La Academia es un testimonio de su resiliencia y de un trabajo táctico impecable comandado por Gustavo Costas.

Desde Asunción hasta Avellaneda, el festejo se extiende. Racing Club vuelve a escribir su nombre en la historia grande del fútbol, devolviendo a su hinchada la alegría de un título internacional que esperaron por más de tres décadas.