De manera asombrosa, un mensaje guardado en una botella, escrito por una mujer en su infancia, llegó 26 años después a su hija.

Según informa el medio chileno Bio Bio, el miércoles 6 de noviembre, Makenzie Van Eyk, contó a una radio de Canadá, cómo había colocado un mensaje en una botella en el Lago St. Clair para un proyecto escolar en 1998, el cual posteriormente olvidó por completo.

De manera inexplicable, el mensaje llegó a su hija 26 años después.

De acuerdo con lo revelado por la revista People, la mujer dijo que, en su infancia, estudiaba en la Escuela Católica Primaria St. John the Baptist, en Canadá, cuando le habían asignado escribir una carta y lanzarla sobre el agua en los Grandes Lagos.

En ese contexto, puso su nota en una botella de plástico, la lanzó al Lago St. Clair y se olvidó del asunto.

Eso fue hasta que River Vandenberg, un estudiante de jardín de infantes de la misma escuela, encontró la botella, 26 años después, cerca de un muelle.

“No había fecha en la carta, así que pensé que tal vez era de este año o a lo mucho del año pasado,” contó la abuela de Vandenberg al medio.

“La enviamos a la escuela. Su maestra nos contactó ese mismo día y dijo que era de 1998. Me quedé en shock”, mencionó.

Profesora revela el nombre de la autora de la carta

La profesora leyó la nota y sabía de quién se trataba, por lo que decidió sorprender a Scarlet, la hija de Makenzie Van Eyk, quien, por una increíble coincidencia, estaba en la misma sala con el menor que encontró el mensaje.

Al final del día, la profesora leyó la nota y el nombre de su autor. “Mi boca se abrió completamente,” dijo Scarlet.

La alumna aseguró que todos sus compañeros preguntaban, “¿Quién es?, ¿Quién es?… Y yo dije, ‘¡Es mi mamá!’”, mencionó.

Al enterarse de toda aquella situación, la mamá Makenzie se sorprendió al ver que el mensaje se había conservado durante tanto tiempo, pues ella recordó haber sellado la botella con cera.

“Fue memorable hacer algo así, lanzar algo y pensar que tal vez alguien lo encontraría más adelante”, recuerda la mujer autora de la carta.

El tiempo no dejó evidencia completa de lo escrito en el papel.

 

 

 

 

 

Fuente y foto: Bio Bio Chile