Los especialistas destacan que el baño diario puede ser perjudicial para la salud. Los detalles

Según informa el medio Ámbito, la creencia popular señala que las personas deben bañarse todos los días para mantener su higiene personal y cuidar la salud, pero esto no es así en todas las edades. En el caso de los adultos mayores, la ciencia ha comprobado que este hábito puede ser perjudicial y deben tomar recaudos al respecto.

Los especialistas remarcan que la piel de las personas se vuelve más delgada con el paso de los años, lo que la hace más sensible a cualquier roce. Si uno se ducha con demasiada frecuencia, el jabón puede provocar irritaciones y hasta desencadenar en una infección, ya que quedará el área lastimada.

Es importante saber que todas las personas contamos con una película hidrolipídica, una barrera natural que protege la piel y se vuelve más débil con la edad. El lavado excesivo, como puede ser el caso del baño diario, atenta contra la misma y vuelve a los adultos mayores más vulnerables a enfermedades dermatológicas.

Cada cuántos días deben bañarse los adultos mayores, según la ciencia

La doctora Sylvie Meaume, especialista del Hospital Rothschild, indicó que los adultos mayores a partir de los 65 años pueden “enjuagarse el cuerpo diariamente” pero “usar solo el jabón cada tres”, siempre evitando frotar con demasiada fuerza para no dañar la piel.

De esta manera, las personas de avanzada edad reducen el riesgo de sufrir de resequedad y mantienen la higiene personal. La experta, al igual que otros colegas, aclaran que el enjuague diario de axilas, genitales y pies debe ser diario para evitar infecciones y mantener el bienestar general del cuerpo.

Así deben ser las duchas para los adultos mayores, según la ciencia

  • Temperatura del agua: evitar que esté caliente, la misma debe estar tibia.
  • Duración: el baño debe durar entre 3 y 4 minutos. Según la Escuela de Medicina de Harvard.
  • Productos: utilizar jabones suaves, evitando aquellos con tensioactivos agresivos, como sulfatos o ácidos.
  • Secado: secar la piel con pequeños toques de toalla, en lugar de frotar vigorosamente, ya que esto último la daña.

 

Fuente y foto: Ámbito