Laura Fernanda Acosta, una de las nietas recuperadas por Abuelas de Plaza de Mayo, falleció a los 49 años. Nacida en Santa Fe en 1974, Laura fue apropiada durante la dictadura militar, cuando sus padres, militantes políticos, fueron perseguidos y desaparecidos.

Creció creyendo que pertenecía a una familia que la consideraba su sobrina, hasta que en 1996, gracias a estudios de ADN, pudo reencontrarse con su padre biológico. Este descubrimiento no solo reveló su verdadera identidad, sino que también la conectó con un pasado lleno de luchas y heridas que, aunque reconocidas, nunca desaparecieron por completo.

Laura vivió con la carga emocional de un pasado trágico, marcado por la pérdida y el sufrimiento. Su historia es una más entre los tantos nietos recuperados que, pese a haber conocido su verdadera identidad, no lograron escapar de las secuelas de aquellos años oscuros. A lo largo de su vida, Laura buscó la verdad y la justicia, enfrentándose con valentía a las heridas abiertas por la dictadura. Su fallecimiento, como el de otros nietos recuperados, deja en evidencia las profundas cicatrices que el pasado sigue dejando en las generaciones actuales.