El gobierno nacional puso en marcha un decreto que implica la definitiva reestructuración del ente rector del cine, el Incaa y que, a juicio de los distintos actores involucrados en la industria, implica poco menos que la desaparición de la actividad.
“El cine no se promueve repartiendo plata, el cine se fomenta construyendo talento”, dijo Carlos Pirovano, el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales , el mismo día que aclaró que la intención del gobierno de Javier Milei es alentar una producción audiovisual competitiva en vez de un sistema “que daba subsidios a películas sin espectadores”.
A partir de ahora, habrá un tope de hasta el 20 por ciento de esos recursos destinado a subsidiar “la producción y la exhibición de películas nacionales de largometraje”. La norma deja sin efecto un decreto similar de 2022, firmado por el entonces presidente Alberto Fernández, que asignaba un 50% de la recaudación impositiva del fondo de fomento a dichos subsidios.
La Cámara Argentina de la Industria Cinematográfica fue una de las primeras en reaccionar a travès de un comunicado que señala: “Lamentamos profundamente confirmar en la lectura del decreto 662/2024 la decisión del Poder Ejecutivo de provocar -ya sea por ignorancia o por decisión consciente- un daño irreparable al tejido productivo cinematográfico”
La entidad que nuclea a las principales productoras del país sostiene que “el decreto confunde conceptos, desconoce las herramientas de fomento utilizadas en todo el mundo y declara querer incentivar un semillero de talentos al mismo tiempo que desalienta las producciones internacionales”.
Fuente: Cadena 3.