El Proyecto Carayá, un refugio dedicado al rescate, rehabilitación y conservación de primates y pumas en Córdoba, enfrenta una situación crítica. “Nunca nos pasó de no poder comprar comida para los animales“, afirmó Alejandra Juárez, directora general de la ONG, en una conmovedora publicación.
En sólo tres meses, el refugio tuvo un deterioro financiero sin precedentes. “Nuestro centro se autofinanció estos últimos años con las visitas no invasivas del público, con donantes y con voluntarios extranjeros. Nunca nos pasó esto de no poder comprar comida, ni siquiera en pandemia”, relató Juárez.
La directora señaló en una publicación en sus redes que, aunque nunca han tenido abundancia de recursos, siempre lograron cumplir con los pagos a los proveedores. Sin embargo, la situación se ha vuelto insostenible en las últimas dos semanas, por lo que tuvo que pedir ayuda desesperadamente.
La solidaridad de la comunidad
Afortunadamente, la respuesta de la comunidad no se hizo esperar. “Gracias a las donaciones, los animales comieron esta semana”, agradeció. Los recursos recibidos permitieron alimentar a los 222 primates (180 monos carayás y 42 monos capuchinos), 22 pumas, 4 zorros y 3 gatos monteses.
Juárez también expresó su gratitud hacia los proveedores y el personal del refugio por su apoyo incondicional. “Agradezco de corazón a la gente que nos donó, a los proveedores por el aguante, y a las chicas y Germán que trabajan aquí por las garras que ponen”, mencionó. Asimismo, destacó la labor de sus hijas, quienes han contribuido significativamente en la construcción y mantenimiento de los recintos.
Un llamado a la acción
A pesar de la ayuda recibida, la situación sigue siendo crítica. Juárez y sus ayudantes pretenden continuar buscando soluciones. “Ahora a pensar en la próxima semana, y por eso voy a ser nuevamente ‘caradura’, porque así me siento en realidad y pongo los datos de nuestra cuenta”, expresó, haciendo un llamado urgente a la comunidad para seguir apoyando al refugio.
El Proyecto Carayá también espera recibir apoyo del gobierno provincial y el Bioparque Municipal de Córdoba, aunque Juárez dijo que estos procesos llevan tiempo y los animales no pueden esperar.
“Que Dios nos ayude”, concluye Juárez, con la esperanza de encontrar una solución duradera para asegurar la supervivencia de los animales y la continuidad del refugio.
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