El perro no podía caminar por su cuenta y su dueña creyó que había que sacrificarlo.
De acuerdo con lo informado por CLARIN, Kristie Pereira, residente de San Antonio, Estados Unidos, llevó a su perro a sacrificar y tiempo después, el cachorro apareció vivo y en un sitio de adopción.
La situación rápidamente se tornó desesperante, ya que desde la casa de adopción no se lo quieren devolver. “Tengo muchas preguntas, pero ahora quiero que el perro venga conmigo”, destacó la mujer a la agencia AP.
Todo comenzó en el mismo lugar en donde terminó: la casa de rescate “Lost Dog & Cat Rescue Foundation”.
Una decisión difícil
Kristie había adoptado a Beau a finales de 2022. El perro tenía dos meses. A partir de entonces, ambos se habían vuelto inseparables hasta que ella tuvo que tomar una decisión sumamente compleja.
A las pocas semanas de haberlo adoptado, Beau empezó a sentirse cada vez peor. Kristie, desesperada por la situación, lo llevó a un veterinario y este determinó que el perro podía estar sufriendo un problema hepático.
Pero Beau no dejaba de empeorar. No controlaba sus intestinos ni podía levantar sus patas traseras y la hipótesis principal indicaba “un problema neurológico grave”, dijo Pereira, quien mientras tanto dialogaba con la casa de adopción para que estuviera al tanto de lo sucedido con el perro que ellos le habían entregado meses atrás.
Cuando estaba en la dicotomía sobre si sacrificar a Beau o no, Kristie encontró apoyo en la casa de rescate: “Realmente me dieron ese apoyo y ese aliento que, aunque es difícil, a veces es lo mejor que se puede hacer”.
Cuando la mujer notó que la situación no daba para más, llevó a su sufriente mascota al Servicios para Animales del Condado de Montgomery, en Maryland, y pagó 15 dólares para que le aplicaran la eutanasia. Todo esto fue a finales de 2023.
Kristie se despidió de Beau y salió de la sala de sacrificios por pedido expreso del servicio. La historia entre Pereira y su amada mascota había terminado muy rápido y mal, según destaca CLARIN.
El perro apareció vivo
Sin embargo, la trama dio un giro inesperado con la aparición del perro con vida. La semana pasada, durante una visita a su madre en Maryland, Kristie vio que la casa de adopción de donde había sacado a Beau lo estaba ofreciendo nuevamente en su sitio web.
La mujer se dio cuenta de que Beau estaba vivo porque las fotos del perro mostraban las mismas marcas que ella le conocía y el sitio lo ofrecía con el nombre que la casa de adopción le había puesto antes de que ella lo adoptara, Amos Hart
Inmediatamente, Pereira llamó a la casa de rescate animal, la cual le confirmó que su perro efectivamente no estaba muerto ni mucho menos. Le explicaron que los veterinarios que iban a sacrificarlo determinaron a último momento que no era necesario aplicarle la eutanasia y que por ese motivo devolvieron a Beau al refugio.
El perro al final no tenía ningún problema neurológico. Padecía una enfermedad hepática que pudo ser resuelta mediante una cirugía que costó 7.000 dólares.
Una verdadera pesadilla
Ahora, Pereira quiere recuperar a Beau, pero el refugio no se lo quieren dar.
“La persona que me llamó fue muy grosera e irrespetuosa y realmente desagradable conmigo. Solo dijo, que lo abandoné y que lo dejé morir. Que nunca me preocupé por él”, remarcó Kristie, conmovida. “Nunca volverá contigo”, le dijeron antes de cortarle abruptamente el teléfono.
“Lost Dog & Cat Rescue Foundation” reconoció haber hablado con Pereira cuando les pidió ayuda sobre la situación de su mascota, pero explicaron que le habían dejado en claro “la importancia de llevar al perro a un veterinario que le permitiera estar con el animal cuando fuera sacrificado y que, si no podía hacerlo, el equipo de rescate se llevaría al perro”.
El sitio de rescate culpó a Pereira por no haber dado su consentimiento para las pruebas exhaustivas para ver si sufría problemas neurológicos.
Ahora, todo quedará en manos de la casa de rescate. Caroline Hairfield, directora ejecutiva de Servicios para Animales del Condado de Montgomery, dijo se está obligado por contrato a devolver los animales entregados al rescate. “Es una cuestión civil entre ellos dos. Hace un año que no tenemos al animal a nuestro cuidado”.
Mientras tanto, el perro sigue siendo ofrecido a adopción en el sitio de la fundación, según remarca CLARIN.
Fuente y foto: CLARIN