El teléfono de la central de 911 sonó, era martes 19 de septiembre alrededor de las 20,30 hs, y del otro lado ,una mujer desesperada pidió un móvil policial para el barrio Ampliación Cabildo de Córdoba, porque su hija estaba a punto de dar a luz y no conseguía taxi.
“¿Está con trabajo de parto?”, preguntó la agente Vanesa Patiño. “Sí”, respondieron. “Quedate tranquila, no me cortes. Agarrá una sábana que tengas a mano para recibir al bebé”, le indicó la operadora. Y agregó: “Fijate si está coronando, si está la cabecita afuera”.
La abuela de la beba le dijo que no y alertó que las contracciones eran “cada dos segundos”.
“Cuando le agarren las contracciones abrí las piernas y fijate si se ve el bebé”, explicó Patiño y la mujer le dijo que se asomaba “algo blanco”.
“Es la bolsa del bebé, vas a tener que romperla. No utilicen tijeras ni nada. Simplemente con el dedo y cuando tenga una contracción que puje”, expresó Patiño y agregó: “Que una persona le apriete la panza, entre las mamas y la panza”.
Para ese entonces los policías ya estaban en la casa de la joven de 18 años que estaba dando a luz, según informó Eldoce.tv.
De repente, un llanto de bebé irrumpió en la llamada. La emoción invadió a la abuela que seguía las instrucciones de la agente atentamente y solo pudo decir: “Ahí salió. ¡Es hermosa, es una nena!”.
Lo último que indicó Patiño fue que limpiaran la cara y la nariz de la recién nacida y que la colocaran en el pecho de su mamá.
Momentos después, la ambulancia del 107 trasladó a la mamá y a su hija Elena Estrella a la Maternidad Provincial para que reciban atención médica. Allí habían estado por la mañana pero como la dilatación no era la óptima para el nacimiento, le dijeron que regresara a su casa y volviera más tarde.
Fuente: El doce.tv.