Eduardo y Mica decidieron unir sus caminos hace pocos meses. Él llegó desde un pueblo del sur cordobés con sus cosas a vivir con ella a Carlos Paz.
Desde hace poco tiempo alquilan un departamento de dos plantas en Playas de Oro y desde allí salen a trabajar todos los días. En las primeras horas del domingo, al volver de un cumpleaños familiar, se encontraron con un desastre en su casa.
Tras romper una reja de la parte trasera del departamento, los delincuentes ingresaron y se llevaron todo lo que pudieron: entre las cosas que robaron estaban la computadora de Mica, que trabaja como acompañante terapeutica y todas las herramientas de Eduardo, que se gana la vida como electricista.
El robo se produjo en un departamento ubicado sobre calle Oslo, esquina Berlín, al frente del predio del Club Independiente que, justo ahí, tiene roto uno de sus muros posibilitando que la gente entre y salga hacia ese sector que de noche es una boca de lobo.
“El sábado salimos alrededor de las 8 y cuando llegamos a casa nos encontramos con un desastre. Mica fue la primera que vio porque yo estaba todavía afuera”, cuenta Eduardo que asegura que la situación fue muy traumática.
“Se llevaron una computadora de ella de trabajo, que es una HP de color negro”, asegura Eduardo al señalar que ahí todos los datos de su trabajo como asistente terapéutica.
Y agregó que, además de todas sus herramientas, se llevaron la plata que venían ahorrando.
Mica cuenta que a través de una página de Microsoft pudieron detectar que la computadora se desconectó a las 22 del sábado con lo que calculan que esa es la hora en que los ladrones ingresaron al departamento.
En el caso de las herramientas, se trata de elementos de alto valor económico que se utilizan para el mantenimiento eléctrico como testers, destornilladores especiales y juegos de puntas, juegos de torque. “Son cosas que no son baratas ya que por ejemplo, una pinza amperométrica cuesta hoy unos 80 mil pesos, “dice Eduardo que afirma que hoy no puede salir a trabajar porque no tiene los elementos necesarios.
Según los cálculos de la pareja, el monto de lo robado se aproxima a los 500 mil pesos.
El trabajo de todos los días
“Trabajamos todo el día para pagar nuestras cosas, somos laburantes y recién estábamos arrancando como pareja”; dice Mica que todavía no puede creer lo que les pasó.
En la esquina, en la otra cuadra, hay un complejo de departamentos abandonado en el que se ve movimiento de ocupas durante algunos días.
Además, al lado tienen un baldío por donde seguramente ingresaron los delincuentes y el otro punto preocupante es la tapia caída del Club Independiente y la escasa iluminación en el sector.
La pareja asegura que después de llamara la Policía, mucho tiempo después llegó un solo agente que no pudo hacer mucho por ellos.
Esperan ahora que los vecinos y habitantes de Carlos Paz se solidaricen con ellos para recuperar al menos algunas de sus cosas.
Entre las quejas está la inexistente presencia policial y de Seguridad Urbana en un sector desprotejido de la ciudad.