La expresidenta brasileña aseguró en Buenos Aires que es necesario que el actual presidente renuncie “antes de enero de 2017” para que haya elecciones presidenciales porque de no hacerlo se trataría de “un golpe dentro del golpe” que dijo sufrir al salir del poder.
En esas fechas, Temer era compañero de fórmula de Dilma Rousseff, quien fue reelegida en esos comicios pero destituida en agosto pasado por unas irregularidades fiscales que dejaron en el poder a su entonces vicepresidente.
“La cuestión es que tenemos que tener elecciones directas para presidente”, insistió Rousseff, tras lo que añadió que, si no fueran antes de 2017, Brasil se encontraría con “un sucesor escogido dentro del Congreso”, el mismo cuerpo que votó para su destitución, y continuaría vigente el “golpe” del que ella considera que fue víctima.
Rousseff, la primera presidenta de Brasil, fue destituida el pasado 31 de agosto por el Senado en el marco de un juicio político en el que fue hallada culpable de crímenes de responsabilidad, que ella niega haber cometido, y el cargo pasó a manos de quien era su vicepresidente y un declarado enemigo político, Michel Temer.
Según la Constitución brasileña, a partir de enero se vence el plazo previsto para la convocatoria de nuevas elecciones en caso de que el presidente y su vicepresidente dimitan o sean destituidos.
Sin embargo, la exmandataria reconoció que es “como mínimo una ingenuidad” pedirle a Temer simplemente que renuncie, informó la agencia Efe.
“Nadie da un golpe absolutamente sin fundamento, un golpe claramente ilegal, sin crimen de responsabilidad, hiriendo y rasgando la constitución y nosotros llegamos de forma ingenua, pedimos y renuncia el presidente”, ironizó.
Rousseff se encontraba el jueves en Buenos Aires para impartir una conferencia magistral titulada “+ Democracia, + Derechos, + Justicia Social” en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), organizada por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) y UMET.
Durante la charla hizo un recorrido por las políticas aplicadas por el Partido de los Trabajadores (al que representó ella y su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva) y las consecuencias sociales que está generando el neoliberalismo en América Latina.
Como reconocimiento a su trayectoria, varias universidades y asociaciones le otorgaron diversos premios.
Entre ellos, un Doctorado Honoris Causa por la UMET y otro de la Universidad Nacional José Clemente Paz, el Premio Rodolfo Walsh de la Universidad de La Plata y un obsequio de “visitante ilustre” de la Universidad Nacional de General Sarmiento.
La organización social “Ni una menos”, conocida por su lucha contra la violencia de género, le entregó una fotografía y un video para agradecer su lucha por la igualdad de derechos y oportunidades.
Esta conferencia forma parte de la clausura del Curso Internacional de Políticas Públicas para la Igualdad que ofrecen las dos entidades, confirmaron fuentes académicas.
Asimismo, se realizó una mesa redonda en la que participaron la política chilena Camila Vallejo; la directora del Instituto brasileño Lula, Clara Ant; la presidenta de la organización Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; y la doctora argentina en Educación Gabriela Diker.