El último fin de semana, en la cancha del Club Atlético Carlos Paz se desataron serios incidentes al finalizar su partido contra Universitario, por la Fecha 11 de la Liga Cordobesa de Fútbol. La Comisión Directiva decidió apartar a dos jugadores del plantel y encendió una interna que divide al plantel de los dirigentes.
Tras caer por 1 a 0 con Universitario, el Azzurro reafirmó su mal momento, manteniéndose en el 20º puesto de la tabla general, en zona de descenso directo.
Una vez concluido el encuentro, los dirigidos por Claudio Fabian Olmos se trenzaron a golpes con jugadores rivales en una batalla campal que también contó con participación de hinchas de Universitario, quienes ingresaron al campo de juego rompiendo un portón.
A raíz de esta situación, la dirigencia carlospacense decidió apartar definitivamente y dejar con el pase en su poder a Diego Ramírez y a Uriel Brugnoni, referentes del primer equipo.
Este último, quien hace cinco años viste los colores del club, sostuvo: “Siempre nos pusimos la camiseta y dimos la cara, pero recibimos la noticia que nos apartaban por incitar a la violencia, lo cuál no fue así”.
Además, Brugnoni aseguró que si bien la situación excedió un limite, solo buscaron defenderse. “Estamos angustiados y amargados, más sabiendo que ambos dimos todo por esta camiseta”, destacó.
Desde el plantel, los jugadores y el técnico tomaron la determinación de cortar su actividad en tanto y en cuanto no se resuelva favorablemente la situación de los dos futbolistas: “Nuestros compañeros tomaron la postura de no entrenar ni jugar hasta que se levante la medida, que fue echarnos a los dos. La postura del técnico fue la misma, si la medida sigue, el cuerpo técnico acompaña al plantel”, subrayó.
En las próximas horas, la dirigencia del club se reunirá para rever la situación y tomar una decisión final. “Muy seguros no están. Todavía no hemos tenido comunicación con ellos”, remarcó Uriel.
La situación del club local no es la mejor. Con tan solo 4 unidades, está muy cerca de descender de categoría. “Esto me apena mucho por la familias y los chicos que estaban ilusionados con sacar esto adelante. Lamentablemente hay una brecha muy grande entre la dirigencia y nosotros”, sentenció.
Para concluir, el jugador resaltó que espera que la situación se destrabe, aunque su camino tenga que seguir en otro club. Al margen de ello, reconoció y agradeció el trabajo que se viene haciendo desde la primera: “Tengo que recalcar el orgullo que tengo por el equipo por como afrontaron las cosas siendo que es un plantel muy chico”.