El indicador es generado por la Global Footprint Network y señala que un mes antes de que todos los habitantes del planeta gastemos los recursos previstos para el 2022, el país alcanzó un “default ambiental”.
El organismo desarrollador del estudio tiene como fin generar conciencia y actúa como indicador global de la velocidad en la que “consumimos nuestro planeta”. La fecha del calendario no es fija sino que se modifica año a año, basada en el consumo y uso que la humanidad realiza de los bienes y servicios naturales y la capacidad que tienen los ecosistemas para reponer esos recursos. En Argentina la fecha estimativa fue fijada para el pasado 24 de junio, un mes antes de la fecha global que será el 28 de julio.
Estas cifras muestran que a partir de este momento todo lo que se consume queda en el “debe” de la cuenta de los recursos naturales que se generan en el país.
La Fundación Vida Silvestre, encargada de medir y analizar los gastos de nuestros recursos naturales, sostuvo que al ritmo que consumimos, la cantidad de recursos y servicios ambientales requeridos para abastecer nuestras necesidades equivalen a 1.75 planetas Tierra, esto significa que estamos usando un 75% más de recursos naturales de lo que los ecosistemas de nuestro planeta pueden regenerar en un año. En otras palabras, estamos en default ambiental: la humanidad está en números rojos y tiene en su cuenta lo que se conoce como “deuda ecológica”.
¿Cómo se puede reducir el impacto?
– Poner en práctica la regla de las 4R. Reducí tu consumo y desperdicios al máximo. Reciclá tus residuos, para que sean utilizados como materia prima para la creación de nuevos productos. Reutilizá y Repará objetos para darles un nuevo uso y extender su vida útil antes de desecharlos.
– Ser responsables con nuestros residuos. Debemos darle una adecuada disposición separando aquellos que son reciclables de los que no. Además, una buena alternativa es hacer compost con los residuos orgánicos, para reducir los desechos al máximo.
– Reducir el desperdicio de alimentos. Planificá tus comidas y compras para evitar desperdiciar comida que no utilices. De todos los alimentos producidos aproximadamente el 40% no se consume y terminan en la basura.
– Buscar alternativas sustentables, que permitan compatibilizar nuestros consumos con la conservación de nuestros ambientes naturales.
– Recorrer a pie o en bici todo lo que puedas, así ayudas a reducir el consumo de combustibles fósiles.
– Utilizar con moderación y a conciencia los recursos naturales, como el agua y la energía, porque son bienes escasos.