Sofía Bourgeois es una joven carlospacense de 30 años que ya conoce 17 países, estuvo viviendo en Italia y actualmente vive en Corea del Sur. Una historia de amor la llevó a instalarse en Seúl, capital de ese país.
Trabaja y vive en esa gran ciudad junto a su novio SuHyun, a quien conoció a través de una aplicación para smartphones creada para estudiar idiomas. Durante la pandemia decidió ganar tiempo aprendiendo inglés con la ayuda de una App, ya que debió posponer el viaje que tenía previsto para perfeccionar ese idioma en Irlanda, de manera presencial.
Aunque al principio le costó tomar la decisión de viajar a Corea por diferentes motivos y conocer a su novio en persona, después de un tiempo, logró obtener la Visa de trabajo y residencia por un año. A través de su cuenta de Instagram @unaargentinaencorea, no solo produce contenido sobre la vida en Seúl, sino que además ayuda a otros argentinos que quieran conocer Corea para tomarse unas vacaciones en el país.
“Junto a mi familia tenemos un negocio de transporte que distribuye medicamentos en toda la provincia de Córdoba, pero principalmente soy una persona que ama viajar. En 2019 decidí hacer un curso de inglés en Irlanda, pero 20 días antes de mi vuelo cerraron todo porque comenzó la pandemia por Covid-19”, contó Sofía en diálogo con Carlos Paz Vivo!
El inicio de una historia de amor
Tras el anuncio del confinamiento obligatorio en toda la Argentina, la joven decidió seguir fortaleciendo su inglés por cuenta propia y descargó una App para conocer gente de otros países y hablar en inglés.
“Cuando conocí a SuHyun, un surcoreano de 31 años, Ingeniero en sistemas, que vive en Corea del Sur y trabaja como encargado de una empresa, cambió el rumbo de mi destino y mi perspectiva de todo”, aseguró Sofía. Luego, admitió: “Realmente ninguno de los dos quería una relación y menos a partir de una App de idiomas, pero pasaron los meses, seguimos hablando y fuimos aclarando nuestros temas, lo que sentíamos”, contó sobre el nacimiento de su relación con el joven coreano.
Mientras ella vivía en Carlos Paz, la relación a la distancia “era complicada”. “Al principio no podíamos compartir ciertas salidas como ir a tomar algo, caminar o simplemente darnos un abrazo si uno sentía bajón. Y además, la diferencia con el horario jugaba en contra, aunque teníamos buena comunicación por la mañana y a la noche, dado que hay 12 horas de diferencia entre Corea y Argentina. Viéndolo con el tiempo, puedo decir que lo manejamos bastante bien, quizás las discusiones que teníamos eran cosas que no podíamos entender del otro por la cultura, como situaciones del día a día que uno las tiene asimiladas y que no son normales para el otro”, detalló Sofía.
El desafío de viajar a Corea
“Llegar a Corea fue todo un desafío, sobre todo por las expectativas de la relación a distancia con SuHyun- Nos íbamos a encontrar luego de hablar online por 14 meses. Digo desafío porque cuando Su iba a viajar a Argentina a verme, volvió el Covid con fuerza ,y no pudo”, relató la joven.
Sofía contó además que en ese momento ella se había vacunado contra Covid-19 con la vacuna Sputnik que pocos países aceptaban al viajar al exterior y para poder traspasar sus fronteras. “Corea aún seguía cerrado para turismo. Luego, al cumplirse un año de nuestra relación a distancia, comenzaron a abrirse las fronteras de distintos países parar poder viajar como Australia, donde ya se podía para ir a estudiar inglés”.
Finalmente, en marzo de 2022, Sofía tomó una decisión respecto al destino de su próximo viaje.
Sorteando obstáculos
El camino hacia Corea presentó sus dificultades que la joven fue resolviendo de a poco hasta cumplir su met : viajar para conocer SuHyun y experimentar la vida en ese país junto a él. “Fui adelantando cosas como aplicarme la cuarta vacuna contra Covid para viajar, hice el carnet de conducir internacional, todo en Carlos Paz. Después abrieron una Visa de turismo llamada K-ETA, que cuesta alrededor de 10USD. A los argentinos les permite visitar Corea del Sur por un máximo de 30 días, y dura 2 años. La gestioné de manera online y no pude obtenerla”, recordó.
El destino aún no la quería en Corea, solo después de insistir tres veces admitieron el ingreso de Sofía al país.
“La Visa la obtuve recién la tercera vez que la pedí, cuando normalmente te la dan en 15 minutos”, aseguró y continuó: “ Al no poder obtenerla, había preparado unos documentos para presentar en la Embajada de la República de Corea en Buenos Aires, para tramitar otra Visa de 90 días que es más costosa”.
Incluso, en un momento, debido a los obstáculos que presentaba su viaje a Corea, comenzó a poner en marcha un viaje a Australia para tomar clases de inglés.
“De Australia me iba a ir a Corea, ya estaba decidido. Y en eso me escribieron de la empresa de inglés para decirme que había problemas por cambios en las políticas de pago a escuelas extranjeras desde Argentina. Tuve que seguir esperando, ya no sabía qué más hacer”, dijo la joven.
Sin embargo, ese mismo día leyó una noticia que informaba sobre la Visa de vacaciones y trabajo en Corea. Se abría la visa H1, ¡Así que imagínate!, exclamó y continuó: “Tiré todos los planes anteriores por la borda. Escribí por mail a la embajada que por cierto responden súper rápido, me dieron turno de un día para el otro para la entrevista presencial, y partí a Buenos Aires a hacer la Visa. La obtuve en una semana con un miedo que ni te cuento…”
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Respecto a la importancia de gestionar la visa, Sofía comentó: “Realmente quería ir a otro país por una mejor estabilidad económica, seguridad y educación; más allá de que en Argentina tenía mi propia casa, auto, excelente trabajo y todo el apoyo de mis seres queridos, especialmente mi familia”.
Más cerca de la meta
Así es como la viajera aprovechó su última chance para hacer una visa “Working Holiday” en otro país, y eligió Corea para cumplir la meta de conocer a su actual novio, SuHyun.
“Vos sabes cómo somos los argentinos de intensos, así que saqué el pasaje al instante, y en 10 días llegué a Corea. Todo rápido, debe ser que el destino me estaba diciendo que aguante un poquito más por todas las trabas que tuve”, sostuvo.
La vida en Seúl
“Hoy vivo en Seúl y trabajo generando contenido del país. Doy algunos cursos por Internet, así que tengo tiempo para viajar. Vivo junto a Su, en un apartamento muy cómodo. No es el centro de Seúl, pero tenés un montón de locales, cadenas de comidas, cafeterías, gimnasios, peluquerías y supermercados a una cuadra”, comentó Sofía sobre las comodidades del lugar donde vive.
Además, destacó: “Es una ciudad donde el transporte funciona muy bien, se puede salir a caminar de noche sola, y no hay problemas. La gente te mira porque les da curiosidad los extranjeros , especialmente los ancianos”.
Por otro lado, la joven contó que hace unos pocos años Corea comenzó con una ola muy fuerte de turismo atraída por los Kdramas (series coreanas), Kpop (música pop coreana) especialmente de la mano de BTS, con miles de cafeterías que ofrecen los famosos cafés helados y deliciosas tortas y postres. “Todos los negocios creativos y con una estética muy atractiva y sus carteles de led brillantes. Además están los templos y la historia del lugar, la comida callejera económica, la vestimenta que varía muchísimo, aunque el grito de la moda son los colores lisos pasteles”, detalló la viajera, entusiasmada.
Lo mejor de Corea
Sin embargo, aunque es una ciudad donde prevalecen los negocios que se multiplican a montones, Sofía sostiene que lo más lindo de Seúl, es cómo se cuela la naturaleza en cada lugar. “Lo que más me gusta es cómo Corea crea espacios verdes y zonas de turismo. Cada espacio está preparado para ese fin: se hace famoso y ¡Tenés que ir a sacarte una foto! Tenés que ir a esa cafetería, a ese barrio y probar ese pastel porque se hizo muy conocido ese día y no te lo podés perder”, señaló sobre una de las particulares formas de estimular el consumo en Seúl.
La cultura del “ppalli-ppalli”
Para Sofía, la finalidad de todos eso espacios recreativos es darle un respiro a la gente, mejor calidad de vida, ya que vive rodeada de enormes edificios, generalmente sin jardín. De esa manera, se contrarresta un poco el estrés producido por el trabajo y la falta de contacto con la naturaleza en su estado más puro.
“Acá se aprecia la cultura del “ppalli-ppalli”, que significa “rápido o veloz”. La cuestión es que hagas todo rápido para terminar las actividades y aprovechar mejor el tiempo. Podés ir a un restaurante, te entregan la comida en menos de 5 minutos, comés rápido y ya te levantás de la mesa para ir por el postre a una cafetería”, explicó sobre el modo de vida el Seúl.
Asimismo, detalló otros hábitos de consumo muy arraigados en la población. “La cultura de comprar todo por Internet y que te llegue un pedido a las 11pm en el mismo día es increíble y funciona ¡El transporte te lo deja todo en la puerta de tu departamento y puede quedar ahí por días porque nadie lo toca! “, admitió que esto fue una de las cuestiones que más le llamó la atención.
Todo el mismo día
Otras de las características de la sociedad en Seúl, según Sofía, es la “cultura del alcohol”. “Podés salir del trabajo y vas a cenar y a beber alcohol con tus compañeros de trabajo, ¡Incluido tu jefe! Insisto que la idea acá es hacer todo en el mismo día: ir al trabajo, hacer gimnasia, salir con amigos, hacer un hobbie, y dedicarle una hora como mínimo a la estética de tu rostro, eso se promueve mucho también”, detalló .
Respecto a esto, opinó: “ Corea está hecho para la cultura del consumo, para que trabajes pero también para que disfrutes de ese dinero ganado viajando, divirtiéndote, comprando todo lo que te gusta en tu propio país. Creo es un de las razones de la calidad de vida y economía de este país. Además, está todo bien planificado. Se promueve mucho el turismo interno en cualquier día de la semana, como ir a la ciudad de Busan o la Isla Jeju.
Variado y para picotear
En relación a la alimentación en Seúl, la joven contó: ” Se come mucho acá. Vas picoteando desde el plato principal a otros pequeños platos llamados “Banchan”, los cuales podés repetir sin costo. En una misma comida tenés pasta, arroz, pollo, carne, pescado, verduras, innumerables sopas, todo junto pero sano”.
Después, añadió: “Cuesta un poco conseguir comida que no sea picante. Si un coreano te dice “No, no es picante”, hay que dudar… Se consume mucho Soju, que es una bebida alcohólica que se hacía solo de arroz y ahora hay diversidad. También encontrás la famosa “Chimaek”, alimento que combina pollo frito y cerveza”.
Vacacionar en Corea
Por último, Sofía habló del contenido que crea a menudo en redes, para promocionar al país donde encontró el amor y un buen lugar donde desarrollarse laboralmente.
“Si quieren venir a Corea de vacaciones, me pueden contactar a mi Instagram @unaargentinaencorea . Si vienen por alguna Visa de trabajo o estudio, vengan con la cabeza estable y firme. Va a ser un poco difícil al principio, especialmente por el idioma, y porque encontrarán que todo va mucho más rápido de lo que estamos acostumbrados”, invitó y advirtió Sofía.
Y aconsejó: “ Van a trabajar, pero disfrutar del dinero. Así que no se apresuren a viajar, vengan seguros y con estabilidad monetaria porque Corea del Sur puede convertirse en el mejor aliado para eso. Los coreanos son amables e intentan entenderte siempre. Además son personas alegres, bastantes similares a nosotros en ese sentido. Pero si no venís preparado, puede convertirse en tu enemigo al ser una cultura donde necesitás si o sí dinero para vivir, más de lo que estamos acostumbrados”.
Para finalizar, con el propósito de alentar a otros viajeros que aún no se animan a conocer nuevos destinos, Sofía manifestó: “Es cierto que si viajás a Corea vas a estar muy lejos de tus seres queridos pero vale la pena animarse, siempre pensar en positivo y ponerle a todo, trabajo, esmero y garra para llegar a lo que querés”.
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