La idea del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, de convertir al bitcoin en moneda de curso legal podría llevar al país a la bancarrota. Sucede que el precio de la criptomoneda ya bajó más de un 54% en los últimos seis meses y provocó la caída de los bonos del Gobierno de El Salvador, los cuales cotizan a un 40 por ciento de su valor original, reflejando las dudas por parte de los inversionistas de que el país pueda cumplir con el próximo pago de su deuda
Bukele ha comprado 2301 bitcoins para el gobierno desde que los hizo de curso legal en septiembre pasado, según sus anuncios en Twitter. Eso incluye una compra de 500 monedas el lunes cuando su precio se desplomó por debajo de los u$s 31.000, extendiendo una salvaje venta de seis meses. Sin embargo este miércoles la criptomoneda sigue bajando y su precio ya se encuentra por debajo de los 30.000 dólares. Esas criptomonedas compradas valen hoy menos u$s 74 millones. Eso es un 28% menos que los u$s 103 millones que Bukele pagó por ellos, según cálculos de Bloomberg.
No solo Bitcoin cae, con ella caen todas las principales criptomonedas, en las últimas 24 horas Ethereum perdió un 10% y solana un 30%.
“Estamos viendo un colapso en cámara lenta, en parte porque principalmente han sido los tenedores largos vendiendo en lugar de liquidaciones apalancadas”, dijo Josh Lim, jefe de derivados de la corredora Genesis Global Trading, a Bloomberg. Por su parte, Michael Novogratz, inversionista en criptomonedas que lidera Galaxy Digital Holdings Ltd., advirtió que espera que las cosas empeoren antes de mejorar.
Ante este panorama, El Salvador -que por iniciativa del presidente Nayib Bukele, se convirtió en septiembre en el primer país en establecer el bitcoin como moneda legal en curso, a la par del dólar estadounidense- afronta dificultades en su calificación crediticia, la cual se utiliza, en gran medida, para que el mercado defina el riesgo de incumplimiento de deuda.
En resumen, la caída del bitcoin de este lunes implica para El Salvador mayores riesgos financieros derivados de una mayor dependencia de la deuda a corto plazo, un pago de 800 millones de dólares con vencimiento en enero de 2023, un déficit fiscal aún alto, la incertidumbre en torno a la financiación multilateral adicional y el incremento en los costos de financiamiento externo.
Con información de Página 12 y Carlos Paz Vivo!