Rosa Reyna es peluquera y asesora de imagen desde hace 7 años en Villa Carlos Paz. Anteriormente se dedicaba al comercio junto a su familia, también en la ciudad. Este sábado reabre sus puertas después de tres semanas de restricciones para las peluquerías por la segunda ola de Covid-19, y nos cuenta de qué manera afecta la situación actual a su trabajo, como profesional independiente.
Su peluquería, Reyna Ro Estilista, ubicada en la esquina de Av. Bernardo D’Elía y Esquiú, soporta los embates de la pandemia hace casi un año y medio, como todos los negocios de su rubro y de otros tantos, golpeados por el coronavirus y sus consecuencias en la economía.
“Desde que soy estilista me estoy perfeccionando y haciendo másters a nivel internacional. Hace 4 años tengo mi propia peluquería. Todo llevó un proceso: ganarse los clientes, fidelizarlos a lo largo del tiempo, y bueno, cuando ya estaba más afianzada en mi negocio, nos encontramos en marzo del 2020 con esta pandemia”, comentó Rosa en conversación con Carlos Paz Vivo!
Luego agregó: “Estar casi seis meses sin trabajar antes y las restricciones ahora, han sido retroceder totalmente. Te encontrás con un montón de gastos previstos e imprevistos que hace que todo se torne muy difícil, aunque no queda otra que no bajar los brazos y seguir para adelante”.
En el caso de Rosa, alquila el salón donde instaló su peluquería por lo que también debe afrontar ese alquiler, mes a mes.
Un respiro
“Fin de año pasado recuperé un poco el trabajo con las fiestas donde la gente necesita más de la peluquería y la llegada del turismo también fue importante para mi negocio, me favorece muchísimo”, expresó la mujer.
Sin embargo, a partir de marzo-abril, el trabajo fue mermando nuevamente, con la segunda ola de Covid-19.
Volver a remarla
“Hoy nos encontramos afectados todos por esta segunda ola. Este sábado se levantan las tres semanas de restricciones en las peluquerías y podemos trabajar con protocolos estrictos hasta las 19 hs”, dijo la estilista.
Por último, Rosa consideró respecto a su situación laboral y la de sus colegas: “Creo que frenar el contagio no pasa por las restricciones, sobre todo en lugares donde usamos un protocolo estricto como en las peluquerías, y donde entra una persona por vez al lugar”.
Y destacó: “En vez de limitarnos el trabajo, que nos afecta muchísimo económicamente, se debería poner más énfasis en la concientización y en la educación de las personas para no contagiarse”.