La encuesta a los grandes establecimientos en mayo arrojó un receso de 2,5% en los súper y del 4,3% en los centros de compras, en comparación con un año atrás.
Cambios en los hábitos de compras de las familias, forzados por la pérdida del poder de compra de los ingresos, en particular en la franja de trabajadores no alcanzados por acuerdos en paritarias, determinaron una recesión en el consumo de las familias en grandes establecimientos de venta minorista.
Por el contrario, estudios privados detectaron aumento de la demanda en centros mayoristas con acceso al público general, y en menor medida en las tiendas de proximidad y ferias barriales donde predomina la oferta de productos de terceras y hasta cuartas marcas, que se ofrecen a precios inferiores a los de las líneas de máxima calidad, tanto en el contenido como en el envase.
En el caso particular de la Encuesta de Supermercados del Indec a un panel de 61 empresas distribuidas en todo el territorio nacional, la facturación agregada de $26.644,0 millones, representó un aumento de 19,9% respecto a igual mes del año anterior, inferior a la variación del promedio de precios de la economía.