La causa por el asesinato de Alejandro Veiga en 2014, fue elevada a juicio por el fiscal Gustavo Marchetti. El homicida del joven carlospacense, Aldo Rubén Campos Reynoso de 39 años, confesó la autoría del crimen, aunque su defensa intentó en repetidas oportunidades que el crimen sea caratulado dentro de la tipología de emoción violenta.
La víctima y el victimario se conocían y aparentemente se comunicaron por teléfono para arreglar un negocio a pedido de este último.
Campos Reynoso, junto a Daniel Ocampo (imputado como encubridor en la causa), llegaron a la esquina de Tobas y Calingasta en Costa Azul en la tarde del 23 de agosto de 2014, en un auto de alta gama guiados por Veiga.
Lo que Veiga no sabía ni sospechaba era que Campos Reynoso no quería hacer ningún negocio, sino que estaba celoso por una supuesta relación e este con su mujer y lo citó para ultimarlo.
Según el relato del crimen, el hombre armado bajó del auto y realizó dos disparos, uno al aire y otro directamente a la sien de Veiga quien cayó muerto al instante.
El acusado alegó que sólo quiso intimidar a Veiga, que no tuvo intención de matarlo.
El abogado Pedro Despouy, quien representa como querellante a la familia de la víctima, aseguró a La Voz del Interior que el imputado: “En todo momento fue plenamente consciente. Premeditó matar a Veiga; engañosamente provocó el encuentro con él, le disparó en la cabeza a sangre fría, sin darle posibilidad de defenderse”.
Y añadió: “Mató a la víctima actuando sobre seguro y con la cobarde finalidad de obrar sin riesgos. Fue alevosía”.