El fiscal de Lomas de Zamora a cargo de la causa, Sebastián Scalera, confirmó esta mañana el inicio de la ronda de indagatoria durante esta jornada.
La detención se concretó en el marco de una investigación por asociación ilícita y extorsión a feriantes, que incluyó otros 55 allanamientos y permitió la detención de otras 30 personas, entre ellas un efectivo de la Policía Federal y dos de la Policía bonaerense, que aparentemente forman parte de la organización delictiva.
Según los investigadores, Castillo, dueño del Paseo de Compras “Punta Mogote” desde hace 20 años, lideraba la llamada “Banda de los Chaqueños”; su sobrino Adrián Capazo Castillo, propietario de la feria “Coty 4”, la conocida como “Banda de Adrián o de River” y otro sospechoso llamado Leonardo Gaitán, de la denominada “Banda de los Cucos”.
Todos fueron detenidos al igual que el hermano de Jorge, Hugo Castillo, y su esposa, Gladys Arrieta, propietarios del paseo “Coty 3”, entre otros familiares.
En una conferencia de prensa brindada ayer, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que en la feria funcionaba “un Estado paralelo”, calificó a Jorge Castillo como “un mafioso” y dijo que entre los detenidos hay un custodio del ex secretario de Seguridad Sergio Berni y un ex efectivo de la Prefectura Naval.
El fiscal Scalera informó que la causa comenzó en abril de 2015, cuando varias personas “quisieron recuperar la zona tras un desalojo y realizaron una serie de desmanes, cometieron robos, rompieron cámaras de seguridad e impidieron la circulación de vehículos”.
“Este grupo tenía el control de miles de puestos callejeros que funcionaban afuera de los predios habilitados”, dijo el fiscal, quien aclaró que en base a los datos obtenidos en el marco de la investigación, “se pudo establecer la existencia de tres bandas”.
Estas organizaciones se dividían los distintos sectores callejeros alrededor de los tres complejos legales que funcionan en “La Salada”, que siguen trabajando normalmente y no fueron clausurados, de acuerdo a la pesquisa.
Scalera explicó que se los acusa de explotar de manera ilegal los puestos, cobrar un canon a los feriantes para poder permanecer en el lugar y otros por seguridad, limpieza, estacionamiento y el pago de un bono contribución.
También se les imputa obstaculizar permanentemente el tránsito y la circulación en los alrededores de la feria, con lo que impedían que los vecinos pudieran salir y entrar de sus casas.