Mar del Plata fue una de las primeras ciudades turísticas que adelantó el verano y, en el marco de la pandemia por el Coronavirus, reabrió la posibilidad de vacacionar el 1 de diciembre para todo el país.
Desde entonces, y fundamentalmente el fin de semana largo del 8 de diciembre, los turistas fueron llegando para pasar unos días en la “ciudad feliz”; pero, con el correr del mes, el incremento en la circulación trajo aparejado una suba en la cantidad de casos de Covid-19; lo que preocupa no sólo a las autoridades sanitarias y al sector turístico en general, sino que por estos días genera un manto de incertidumbre sobre la continuidad de la temporada, en el caso de que que los contagios no cesen.
En dialogo con Ámbito, desde el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires señalaron que la situación es “complicada y preocupante”; más aún si se analiza el comportamiento de los contagios de la últimas semanas, que llevó a la ciudad a entrar en “estado amarillo”.
Así lo confirmó al mencionado medio el titular de la Zona Sanitaria VIII, Gastón Vargas, y apuntó: “Creo que hay que repensar la temporada y tomar otro tipo de medidas, ya que Mar del Plata tiene más de 2.000 casos activos y un sistema sanitario tenso sólo con la población local. Ya aumentaron las consultas en un 30% y ya hay camas ocupadas nuevamente en clínicas y hospitales”.
Según precisó Ámbito, esta ciudad pasó de tener 1.606 activos el 13 de diciembre (el número más bajo en tres meses) a 2.048 hasta este 26 de diciembre; y de 87 positivos diarios una semana atrás a más del doble en los últimos días.
¿Qué pasará con el turismo?
El incremento de los contagios mantiene muy preocupado al sector turístico, no sólo por la incertidumbre que les genera no saber hasta cuándo puede durar la temporada, sino que, en lo inmediato, esto genera aún más desconfianza o temor en los potenciales turistas que analizar pasar sus vacaciones en “la feliz”. En consecuencia, esto se traduce directamente en el bajo nivel de consultas y reservas que vienen teniendo, según argumentaron.
El vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, Eduardo Palena, dijo a Ámbito que las reservas para Año Nuevo “sólo alcanzan el 20%” y “un 15% para enero”, por lo que las expectativas “no son muy buenas”.
En este sentido, agregó que “está siendo muy difícil que se puedan ocupar” las 52 mil camas con que cuenta el destino costero.
Y cerró: “la gente no viene porque tiene miedo al contagio de la covid-19 y porque su poder adquisitivo ha caído, como el de todo el mundo”.
Sin dudas, esto también es mirado por el resto de los destinos turísticos del país y Villa Carlos Paz no está exento, ya que el comportamiento de la enfermedad no sólo puede replicarse en el resto de las ciudades balnearias; sino que, además, a la hora de tomar decisiones en el caso de que la situación se agrave, el coletazo puede llegar a todos los destinos.
Imagen: La Capital de Mar del Plata.