La Federación Mundial de Judo organizó un nuevo torneo con un formato de burbuja sanitaria y la campeona olímpica argentina demostró todo su arsenal de herramientas para obtener el segundo lugar de la competencia.
La rehabilitación después de la operación por una hernia cervical y luego las restricciones mundiales por la pandemia, hicieron que Paula Pareto estuviera fuera de un tatami 425 días, compitiendo por última vez en el Mundial de Tokio del año pasado. La olímpica argentina de 34 años volvió y se hizo de la medalla de plata en el Grand Slam de Budapest, Hungría.
En la lucha final, la Peque cayó por 1-0 ante la kosovar Distria Krasniqi, de 24 años, segunda del ranking. En el camino y en manos de la judoca argentina, fueron eliminadas la belga Anne Jura por ippon, misma vía que frente a la española Laura Martínez Abelenda y en la semifinal le ganó a la serbia Andrea Stojadinov por waza ari.
“Me sentí bien. Fue importante volver a al alta competencia después de 14 meses. Estamos contentos con el resultado, más allá del trago amargo de la final que nos servirá para corregir enfocándonos en lo que es Tokio”, comentó Pareto tras el combate.