El primer hallazgo se hizo en julio de este año. Dos jóvenes colaboradores de campo de la Dra. en Historia y Antropóloga Gisela Sario, un estudiante de Antropología y otro de Turismo, fueron al margen del Dique San Roque, como solían hacer en otras oportunidades, -aprovechando la bajante del lago-, para buscar elementos como puntas de flecha, restos de cerámica, etc, cuando descubrieron los restos de un cráneo humano.
Tras avisar a la investigadora, y luego del rescate del material y su estudio, se pudo constatar que se trataba de restos humanos de habitantes prehispánicos, quienes habitaron estas tierras antes de la llegada de los conquistadores.
Se trata de dos adultos de los cuales no se pudieron identificar el género, con una antigüedad entre los 500 a 3000 años.
“Los chicos juntaban puntas de flecha, fragmentos de cerámica, manos de conanas de los habitantes nativos que encontraban para luego llevarlos al Museo Numba Charava, cuando visualizaron parte de un cráneo humano bajo el agua, en el margen del lago”, relató la Dra Gisela Sario, en conversación con Carlos Paz Vivo!
Cabe destacar que Gisela Sario es además investigadora del CONICET. Realiza investigaciones para el Museo de Antropología de Córdoba, y el IDACOR (Instituto de Antropología del CONICET). Desde el 2018 se encuentra trabajando en una nueva área de estudio que abarca toda la cuenca del Río San Antonio.
Comienza la investigación
Tras el hallazgo, los jóvenes dieron aviso a Sario y a las autoridades del Museo. Al otro día fueron al lugar distintos investigadores, entre ellos, Sebastián Pastor, Luis Tissera y la misma Gisela Sario, para constatar que fuesen restos humanos y de la época prehispánica.
“Una vez que constatamos el hallazgo, di aviso a la Dirección de Patrimonio de la Provincia de Córdoba, y ellos me autorizaron a realizar el rescate”, contó la investigadora.
El rescate
El trabajo de rescate consiste en un trabajo detallado, minucioso. Según contó la antropóloga, el estado en general del lugar donde se produjo el primer hallazgo estaba en muy malas condiciones. “Los restos humanos encontrados estaban muy fragmentados por los mismos procesos erosivos del lugar, que hicieron que se vayan deteriorando. Tuvimos que tener mucho cuidado en el proceso de rescate para que no se rompan”, explicó.
Cuando se estaba finalizando el rescate del primer hallazgo, se encontraron con un segundo, a 9 metros de distancia.
“Los dos adultos encontrados, de los cuales no pudimos identificar el género, no estaban en urnas ni tenían ajuar, pero sí tenían asociados instrumentos líticos, piezas de cerámica, y en el segundo hallazgo también había manos de conanas”, dio a conocer la investigadora.
Y continuó: “Se encontraban ubicados en una posición decúbito ventral, por lo cual no pudimos recuperar los esqueletos completos. Encontramos parte del cráneo, mandíbula inferior, pero la columna vertebral no estaba. En el primer hallazgo encontramos costillas. Lo que pudimos recuperar son los miembros inferiores”.
Actualmente, los restos humanos encontrados de poblaciones prehispánicas se encuentran en una dependencia de la Agencia Córdoba Cultura, donde se les hace varios estudios a cargo de especialistas de Bioarqueología y Bioantropología, donde se obtiene nueva información cuyo proceso se lleva a cabo a los largo de varios años.
Todo el material y conocimiento obtenido a partir de estos hallazgos, se lo pondrá a disposición del Consejo de Pueblos Indígenas de Córdoba.
Un trabajo conjunto
Los rescates arqueológicos fueron realizados por la Dra. Gisela Sario, directora del proyecto “Aportes arqueológicos al estudio de las ocupaciones humanas de la cuenca del río San Antonio (Punilla Sur, Córdoba)”, el Lic. Luis Tissera (Área de Patrimonio Cultural de la provincia de Córdoba), el Dr. Sebastián Pastor (investigador CONICET), Mario Mora (guía de turismo y Fundación ECOSOAM), Alejandro Mendoza y Soraya Montero (estudiantes de Antropología y Arqueología) y Oscar Engerlani (colaborador). Con el apoyo del Museo Arqueológico Numba Charava y la Fundación ECOSOAM.