Una simple mirada sirve para notar que el lago San Roque mermó considerablemente su caudal en los últimos meses. Esta situación preocupa a la población ya que se cree que el agua que usamos para beber, higienizarnos, entre otras cosas, proviene del embalse.
Y hay que recordar que el San Roque provee principalmente de agua a la ciudad de Córdoba y localidades adyacentes. Por tal motivo el dato es alarmante para los vecinos de la gran ciudad pero sin dudas los carlospacenses también deben estar atentos al tema ¿Pero, por qué?
Más allá de la contaminación del lago y el impacto negativo para la ciudad y el turismo, nos preguntamos sobre el caudal del lago y de los ríos que deben abastecer a una población que no para de crecer; y cómo esto nos afecta.
Carlos Paz Vivo! entrevistó a Marcelo García, docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC, investigador del Conicet, quien, además, trabaja en forma conjunta con el CIRSA –INA, Centro de Invesitaciones de la Región Semiárida del Instituto Nacional del Agua.
Sobre la baja en el caudal del San Roque, el especialista aseguró: “En la actualidad, la cantidad de agua en el San Roque (nivel de 32.58m al 14/8/2020) no está tan comprometida en relación a otros embalses en otros periodos de bajantes históricas. La que sí está comprometida es la de sus tributarios”, refiriéndose a los ríos que alimentan de agua al embalse como el Río Cosquín y el San Antonio (que brindan alrededor de un 65% del agua) y de los ríos Los Chorillos y Las Mojarras, que aportan el caudal restante.
Luego, agregó: “Durante el periodo de lluvias se hizo un manejo óptimo del San Roque de forma tal de contar al final ese periodo con el embalse lleno”.
Y destacó: “La situación de bajante en los ríos que brindan agua al San Roque es la que debe ser fuertemente considerada ya que hay muchas poblaciones que los tienen como fuente de provisión de agua para consumo, entre ellas, Villa Carlos Paz y comunas del Sur, Tanti y Cosquín”.
La cuenca del lago: factores que condicionan su caudal
Hay diversos factores que determinan las condiciones actuales del lago San Roque y su cuenca: factores hidrometeorológicos (condiciones del tiempo), factores hidrológicos (niveles de ríos y embalses) y limnológicos (calidad de agua de los embalses).
Respecto a los primeros factores, -según datos proporcionados por el proyecto MATTEO– no se registraron precipitaciones en la cuenca en los últimos 100 días. Sumado a esto, ocurrió un importante número de heladas meteorológicas que afectan a la vegetación de la cuenca volviéndola altamente vulnerable a los incendios, los cuales, a su vez, inciden en la cantidad y calidad de los escurrimientos de agua hacia el embalse.
Por otro lado, las escasas precipitaciones en la cuenca condicionan los niveles de los ríos tributarios al lago San Roque (Cosquín, San Antonio, Los Chorrillos, Las Mojarras), con bajantes significativas.
“Se estima que la suma de todos los aportes al embalse por sus tributarios no exceden 1 metro cúbico por segundo (o sea mil litros por segundo). Si se tiene en cuenta que lo requerido para consumo de agua potable desde este embalse a Córdoba es de 5 metros cúbicos por segundo, los egresos superan largamente a los ingresos lo que generará una bajante pronunciada del embalse”, detalló Marcelo García.
¿Cuándo llega la lluvia?
Córdoba es una provincia con clima seco y está en la denoninada región Semiárida. Las precipitaciones se esperan a partir del mes de octubre. Las lluvias se producen aproximadamente desde los últimos días de octubre a los primeros días abril, lapso en que sube el caudal de los embalses.
La contaminación del lago
En lo que se refiere a la calidad del agua en el San Roque, de acuerdo al último informe mensual del Área Limnología Aplicada y Calidad de Aguas de la Subgerencia Centro de la Región Semiárida del Instituto Nacional del Agua (CIRSA-INA), dentro de la dinámica de eutrofia (cantidad de cianobacterias, etc) que presenta el embalse, su situación es clasificada para esta época del año como “normal”. Es decir, la contaminación no es mayor que la de otros años.
Cabe destacar que estos informes brindan información expeditiva acerca de la situación ambiental observada en el campo, dentro del contexto de su problemática de eutroficación y generalmente reportan, además, datos generados por otras instituciones que realizan actividades de monitoreo en el embalse.