Talleres cayó este lunes ante Unión por 4 a 2, en el estadio 15 de Abril, en el mes de su 110mo. aniversario, utilizando el contraataque como elemento de búsqueda ante un adversario que lo visitó pensando solamente en la victoria y lo terminó pagando con una goleada en contra.
Talleres es un equipo que cumple al pie de la letra con los requisitos que impone el estilo de juego de su entrenador, el ex Unión, Frank Kudelka, y que pasa por buscar la victoria con dos herramientas claves para la universalidad del fútbol moderno: presión alta y circulación fluida del balón.
Con esos conceptos se llevó en la jornada anterior tres puntos de oro de la cancha de Boca Juniors, al que venció por 2 a 1, y lo propio pudo haber hecho esta noche del 15 de Abril unionista.
Pero ‘pertenecer’ a esta clase de estilistas del juego tiene sus riesgos, y las sorpresas están entonces a la orden del día, como por ejemplo el hecho de que hoy haya perdido con los santafesinos, en cancha de estos, de contraataque.
Es que la ‘T’ salió en pos de los tres puntos desde el arranque mismo del encuentro y ya a los 4 minutos pudo ponerse en ventaja por intermedio de otro ex Unión como el tucumano Sebastián Palacios.
Pero esa conquista no tranquilizó el espíritu ofensivo de los visitantes ni mucho menos, sino que por el contrario fueron en pos de rematar la faena en el amanecer del partido mismo, y lo iba a terminar pagando caro.
Es que en sendos contraataques el ‘tatengue’ pudo dar vuelta el marcador en poco más de media hora por intermedio de dos conquistas de Lucas Gamba.
Pero la tesitura del juego no iba a variar en la segunda mitad, y en el arranque mismo otra vez el ex Boca Palacios volvió a poner las cosas como al principio, cuando apenas se había transitado el primer minuto de la etapa final.
Y nuevamente Talleres fue y fue en pos del triunfo, sin cejar en ningún momento, hasta que otra contra de Unión a través de Franco Soldano puso a los dirigidos por Juan Pablo Pumpido nuevamente en ventaja.
Claro que para ese entonces ya el experimentado defensor ‘tallarín’ Javier Gandolfi había visto la tarjeta roja y ahora las necesidades de los cordobeses los exponían más, porque el ataque constante les dejaba espacios difíciles de cubrir en el retroceso.
Así fue que de tanto buscar el blanquinegro recibió otra respuesta del blanquirrojo y el aguerrido lateral derecho Amanuel Brítez redondeó la goleada por 4 a 2.
El resultado fue una síntesis perfecta de la osadía contra el conservadurismo, que a veces termina imponiéndose an su propia casa y con las herramientas que supuestamente tendría que haber utilizado el visitante.