“El balance provisional, registra al menos 21 víctimas fatales y más de 20 personas que debieron ser hospitalizadas, muchas de ellas en estado grave”, anunció Luca Zaia, el gobernador de Véneto, región de la que Venecia es la capital, deplorando “una tragedia de enormes proporciones”.
“El accidente implicó también a algunos menores”, agregó el político italiano en Facebook, y observó que “los operativos de extracción y reconocimiento de los cuerpos continúan”.
Hacia las 22 hora local, “los bomberos trabajaban junto a los restos del autobús carbonizado, volteado sobre el techo”, constató un fotógrafo de la agencia de noticias AFP en el lugar del accidente, “entre Mestre y Marghera”.
“Entre los heridos se encontraban tres ucranianos, un croata, un alemán y un francés”, dijo un funcionario municipal veneciano a la agencia italiana de noticias.
El autobús efectuaba un viaje entre el centro histórico de Venecia y un camping situado en tierra firme, lo que explica que “las víctimas y heridos son de varias nacionalidades, no solo italianos”, según Zaia.
Según los bomberos de esa ciudad del norte de Italia, el autobús “se incendió” tras caer de un puente que cruza la vía de tren entre Mestre y Marghera, localidades que integran el municipio de Venecia.
“Unos diez heridos con diversos niveles de gravedad fueron evacuados del lugar y transportados a los hospitales de la región, especialmente a Mestre, Padua y Trevi”, precisó el parte oficial.
“Las operativos continúan para socorrer y centralizar a los otros heridos eventuales”, amplió el reporte.
Boubacar Touré, un trabajador oriundo de Gambia, de 27 años, sacó del colectivo a cuatro personas, entre las cuales una niña, que fue asistida por los paramédicos.
“Vi al conductor, en la cabina del autobús, pero ya estaba muerto. El bombero me dijo entonces que teníamos que pensar en los vivos, en los heridos, así que le ayudé a sacar a esas personas”, expresó, según la agencia ANSA.
La dirección de asuntos sanitarios de Venecia inmediatamente desencadenó el plan de urgencia por flujo máximo de heridos, llamando a médicos en servicio y personal de urgencias. Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó de inmediato “sus profundas condolencias”.
“Estoy en contacto con el alcalde Luigi Brugnaro y con el ministro (de Transportes) Matteo Salvini para seguir las informaciones de esta tragedia”, indicó la gobernante, en un comunicado.
A su vez, el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, manifestó que “el factor que agravó la situación fue el uso de metano, y por lo tanto el fuego se propagó rápidamente. El balance es trágico y dramático y temo que aumentará”, añadió el funcionario napolitano al noticiero televisivo de la cadena pública Rai1.
“Una escena apocalíptica, el más grave accidente de este tipo en Italia desde el 28 de julio de 2013, es una tragedia que golpeó a nuestra comunidad”, abundó el ministro, según AFP.